• Un vehículo de combate de infantería ruso T-15.
Publicada: lunes, 14 de agosto de 2017 8:11

Conozca 5 ‘súper armas’ rusas que fueron diseñadas e incluso probadas pero que nunca llegaron al campo de batalla.

Muchas de las “armas infalibles” que podrían haber cambiado los contornos de la caída –aunque no evitado su colapso en sí– de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)​ permanecieron en la imaginación de sus diseñadores, por suerte tanto para los enemigos como para la propia Unión Soviética por lo costosas que iban a llegar a ser, según analizó un artículo publicado el domingo por la revista estadounidense The National Interest.

Uno de estos proyectos era el de los buques de guerra de clase Sovetsky Soyuz. Los buques de esta clase hubieran desplazado aproximadamente 60.000 toneladas, portarían 9 cañones de 16 pulgadas, y alcanzarían los 28 nudos. En tamaño habría competido con los acorazados más poderosos del mundo.

Otra potente arma habrían sido los portaaviones de clase Orel y Ulyanovsk. La armada soviética esperaba que la clase de Ulyanovsk sucediera el Kuznetsov. Esta clase de buque, que podría desplazar más de 80.000 toneladas e incluso portar una planta de energía nuclear, fueron los primeros verdaderos competidores soviéticos para los súper portaaviones estadounidenses.

Y es que estos portaaviones habrían tenido suficiente capacidad de catapulta para lanzar cazas y aviones de advertencia temprana y de fabricarse, la Armada Soviética habría poseído por primera vez un portaaviones capaz de realizar operaciones ofensivas de largo alcance en todo el mundo.

El portaaviones ruso Almirante Kuznetsov.

 

Por otra parte, las Fuerzas Aéreas Soviéticas también plantearon proyectos “verdaderamente grandiosos” de modelos de bombarderos pesados, según el portal.

La línea más prometedora giraba en torno a la familia TB-3 / ANT-20 / TB-6, que eran todos aviones monstruosos de seis o más motores. El concepto sacrificaba velocidad y maniobrabilidad para poder portar el armamento pesado, basado en la teoría de que los bombarderos que volaban en formación podían defenderse de los aviones de persecución. Solamente los prototipos de estas ‘bestias’ llegaron a volar, y generalmente no por mucho tiempo.

Para el terreno, se llegaron a diseñar los tanques súper pesados Tu-42, de 100 toneladas con tres torretas y con capacidad de llevar a un equipo de 14-15 personas. Aunque nunca llegó a la etapa de prototipo, sí ganó una consideración seria en los círculos militares soviéticos.

Y por último hoy podríamos ver bombarderos Sujoi T-4 en la flota rusa como herencia soviética si hubiera llegado a fabricarse. Este bombardero, considerado una copia de los B-29 estadounidenses, iba a ser un bombardero masivo e increíblemente rápido capaz de volar a gran altitud, que también fue considerado para realizar misiones tácticas, como de reconocimiento o lanzamiento de misiles antibuque. El artículo advierte que la idea de un T-4 con misiles antibuque Kh-22 “es muy aterradora”.

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