• Un niño es atendido en el hospital de Idlib tras un presunto ataque químico en la ciudad siria de Jan Sheijun, 4 de abril de 2017.
Publicada: sábado, 1 de julio de 2017 8:28
Actualizada: domingo, 2 de julio de 2017 2:44

Rusia asegura que el último informe de la OPAQ sobre el ataque químico de abril en Idlib carece de pruebas suficientes y tiene algunas incorrecciones.

“Las conclusiones de este informe se basan en datos cuestionables proporcionados principalmente por grupos de la oposición armados sirios y oenegés, incluyendo los Cascos Blancos”, dijo el viernes el representante permanente de Rusia ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Alexander Shulgin.

Asimismo, señaló que el propio informe de la OPAQ afirma, en repetidas ocasiones, que el equipo de la Misión de Búsqueda de Hechos (FFM, por sus siglas en inglés) decidió no visitar el escenario donde tuvo lugar el ataque, el pasado 4 de abril, en la ciudad siria de Jan Sheijun, en Idlib, por “razones de seguridad”, y por tanto, no pudo recolectar directamente las evidencias materiales necesarias.

Por ello, el informe tuvo entonces que basarse en pruebas aportadas por “varias ONG” y testimonios de las presuntas víctimas del ataque, así como de los médicos que trataban a las víctimas en “uno de los países vecinos”, agregó la fuente, citada por la agencia rusa de noticias RT.

El representante ruso consideró “confusas” las conclusiones presentadas por el equipo investigador, ya que ellos eran en particular incapaces de determinar el tipo de armas que se emplearon en el ataque de Idlib y tampoco lograron establecer la ubicación exacta del impacto.

No obstante, la OPAQ aseguró —sin presentar prueba alguna— “que algo como (el gas sarín)” se utilizó en el ataque en Jan Sheijun, dijo Shulgin, agregando que a pesar de que el informe no sacó ninguna conclusión sobre quién estuvo detrás del ataque, los países occidentales culparon a Damasco del incidente.

“Este es solo otro ejemplo” de una política “encaminada a derrocar al Gobierno sirio y demonizar al presidente (Bashar) Al-Asad”, dijo Shulgin, subrayando que el Occidente no necesitaba realmente los resultados de la investigación, pues, desde el principio, “estaba seguro de la participación del Gobierno sirio” en el presunto ataque.

Las conclusiones de este informe se basan en datos cuestionables proporcionados principalmente por grupos de la oposición armados sirios y oenegés, incluyendo los Cascos Blancos”, dijo el representante permanente de Rusia ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Alexander Shulgin.

 

En venganza por el ataque químico en Idlib (noroeste), EE.UU. lanzó el 7 de abril un ataque con misiles de crucero contra una base aérea siria en la provincia de Homs (centro).

Moscú y Damasco rechazaron categóricamente cualquier implicación siria en tal ataque, asegurando que tenían pruebas irrefutables de que el incidente fue una provocación contra el Gobierno sirio.

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