“No puedo expresar nada más que lástima por esta obsesión rusófoba de nuestros colegas estadounidenses, que supera todos los límites”, declaró el martes Lavrov, para quien la reciente aprobación de nuevas sanciones antirrusas es una medida adoptada “sin razón alguna”.
El ministro de Exteriores de Rusia reaccionaba de este modo al anuncio el mismo día por Washington de la imposición de sanciones a 38 individuos y organizaciones rusos, pretextando supuestas injerencias de Rusia en el conflicto ucraniano.
A los nuevos embargos a Rusia ha reaccionado también hoy miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien ha señalado que Rusia recurrirá a la “reciprocidad” para responder a la medida restrictiva de Washington en su contra. “Los expertos están diseñando diversas variantes”, ha agregado.
“Es lamentable que se siga apostando por las sanciones (...) una medida incongruente con una voluntad política real de solucionar el problema ucraniano”, ha sostenido Peskov.
No puedo expresar nada más que lástima por esta obsesión rusófoba de nuestros colegas estadounidenses, que supera todos los límites”, ha dicho el canciller de Rusia, Serguei Lavrov.
Las nuevas sanciones se enmarcan, según el Departamento del Tesoro estadounidense, en los castigos que Washington planea mantener hasta que Moscú “cumpla sus obligaciones con los Acuerdos de Minsk” y ponga fin a la ocupación de Crimea —cuya anexión consumó en marzo de 2014—. Esto mientras, Rusia dice que es la otra parte quien viola dicho pacto.
El nuevo paquete de restricciones de EE.UU. se suma a las sanciones aprobadas pocos días antes por el Senado de EE.UU. por la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, una acusación que Moscú ha rechazado reiteradamente.
Ante todas estas tensiones, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió el pasado sábado de que las sanciones estadounidenses dañarán los lazos entre ambos países, en momentos en que los nexos entre las dos naciones ya son tensos.
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