“La nave espacial se ha puesto en la órbita prevista. El satélite se separó en su momento”, dijo Alexander Golovko, comandante de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial de Rusia.
“El contacto de telemetría con el satélite se ha establecido y se mantiene. Todos los sistemas de a bordo están funcionando normalmente”, dijo uno de los portavoces de la Defensa Aeroespacial de Kremlin, quien aseguró que el satélite ha entrado en contacto con el mando central.
Este nuevo satélite, bautizado como Kobalt-M, es de reconocimiento y sirve para la observación terrestre o de comunicaciones destinadas al uso militar de Rusia.
El Kobalt-M, a diferencia de la mayoría de los satélites de este tipo, tiene la capacidad de grabar vídeos y enviarlos a los centros de control en la tierra para que sean analizados. La mayoría de los satélites de reconocimiento de este tipo solo son capaces de tomar fotos.
También, dicho satélite fue enviado a la órbita con el cohete Soyuz-2.1a, fabricado en Rusia, que se utiliza en la mayoría de las misiones aeroespaciales que se llevan a cabo en estos momentos.
Con anterioridad, también, Rusia había puesto en órbita satélites de reconocimiento. Se especula que el Kobalt-M será parte de la red de satélites de reconocimiento óptico de Rusia.
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