“Siempre les trataron con indulgencia, tenemos una sospecha persistente de que, hasta el momento, nadie logró disipar que protegen a Al-Nusra para, en un momento dado, recurrir al plan B e intentar derrocar por la fuerza el Gobierno de Bashar al-Asad”, ha dicho este miércoles Serguei Lavrov tras reunirse con su par estadounidense, Rex Tillerson.
Lavrov y Tillerson se han reunido en Moscú (capital rusa) en un momento de alta tensión entre Washington y Moscú por el ataque que Estados Unidos realizó la madrugada del pasado viernes contra una base aérea del Ejército sirio en Homs (centro), so pretexto de acabar con la base desde donde, según alega, se realizó el ataque químico a Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib.
Siempre les trataron con indulgencia, tenemos una sospecha persistente de que, hasta el momento, nadie logró disipar que protegen a Al-Nusra para, en un momento dado, recurrir al plan B e intentar derrocar por la fuerza el Gobierno de Bashar al-Asad”, dice el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Durante una conferencia de prensa conjunta tras el encuentro, Lavrov ha señalado que la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., “de hecho no se ocupó del objetivo para el que se creó”, ya que, ha añadido, no lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ni contra el Frente Al-Nusra —ahora denominado Frente Fath al-Sham— de manera “eficaz”.
Lavrov también ha puesto énfasis en que el derrocamiento del presidente sirio, en la que insiste EE.UU., puede saldarse con una derrota en la lucha contra Daesh. Por lo tanto, ha llamado a no decidir sobre el futuro de Siria conforme a “las emociones”.
A su vez, el secretario estadounidense de Estado, además de considerar que las relaciones Moscú-Washington se hallan en un “bajo nivel de confianza”, ha insistido en la salida de Al-Asad del poder.
“Hay un bajo nivel de confianza entre nuestros países. Las dos mayores potencias nucleares no pueden tener este tipo de relación”, ha declarado Tillerson, cuya visita a Moscú, la primera de un alto responsable de la Administración estadounidense desde que Donald Trump asumiera la Presidencia de EE.UU., ha estado dominada por el conflicto sirio a causa de la reciente agresión estadounidense.
Tillerson ha repetido las acusaciones anteriores de su país sobre el uso de armas químicas por Damasco, alegación a la que Lavrov ha respondido insistiendo en una investigación imparcial del uso de este tipo de armas y asegurando que Moscú no vio "ninguna confirmación" o "síntomas característicos para hablar de que hubo sustancias tóxicas" en el aeródromo bombardeado por EE.UU.
“Quiero subrayar que estamos seguros al cien por ciento de que si nuestros compañeros en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o en La Haya intentaran evitar esta investigación, ello significaría que no quieren saber la verdad”, ha indicado Lavrov.
Además, ha recordado que en 2013 Rusia, junto a EE.UU., actuó como promotora de la destrucción de las armas químicas en Siria y los informes de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) confirman la destrucción total del arsenal químico sirio, sin embargo, ha agregado, detectan lugares “bajo el control de los extremistas” donde se almacenaron armas químicas.
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