Como se ve en el vídeo emitido el jueves por la cadena rusa NTV, de unos 15 segundos, el supuesto agente de la CIA acababa de salir de un taxi frente a la embajada de EE.UU. en Moscú cuando un agente de seguridad ruso salió de su caja de guardia y lo redujo en el suelo. Durante la pelea, el estadounidense logró arrastrarse dentro de la sede diplomática, pese a los intentos del policía ruso por inmovilizarlo, según se observa.
Según la versión de la Cancillería rusa, dada a conocer el 30 de junio por la portavoz de la Cartera, María Zajarova, el incidente tuvo lugar el día 6 del pasado mes de junio, cuando el policía ruso quiso verificar los documentos del hombre para verificar que no fuese una amenaza para la seguridad de la embajada en la capital rusa.
El Ministerio de Exteriores de Rusia asegura que el diplomático estadounidense —como lo presentan las autoridades de Washington— era un agente secreto de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), y acusa a Washington de pretender destruir las relaciones bilaterales entre ambos lados con tales actos. “Nada bueno puede venir de esta actitud”, ha advertido Moscú.
Días después del suceso, la vocera del Departamento de Estado de EE.UU., Elizabeth Trudeau, denunció una “creciente intimidación” hacia sus diplomáticos en Rusia por parte de los agentes de seguridad rusos y aseguró que el incremento de dichos incidentes en los últimos dos años se debe a las sanciones antirrusas impuestas por parte del Occidente.
No obstante, desde Moscú lanzan acusaciones similares contra Washington y se quejan del comportamiento problemático de los funcionarios estadounidenses.
Las relaciones entre Rusia y el Occidente se han vuelto tensas desde el inicio de varias rondas de sanciones económicas contra Rusia, incluidos individuos, organizaciones y sectores bancarios, energéticos y de defensa, por supuestas intervenciones de Moscú en los asuntos de Kiev, lo cual ha sido negado reiteradas veces por las autoridades rusas.
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