Así lo explicó el sábado el coronel Mijail Ósico del Ministerio ruso de Defensa. "Es un arma bastante imponente que, en un escenario bélico, podría alcanzar y destruir objetivos emplazados en posiciones muy internas de las filas enemigas", aseguró.
El sistema Iskander-M fue concebido para propinar golpes certeros con misiles de precisión sobre objetivos terrestres, como centros de mando, tropas, armas de fuego, centros de defensa aérea y de misiles, aviones y helicópteros en tierra. El misil es muy difícil de localizar e imposible de derribar.
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