El ministro israelí de seguridad pública, Gilad Erdan, pretendiendo que la protesta se basa en motivaciones políticas, adujo el martes que es contraria al reglamento carcelario, por lo que, a su juicio, los presos palestinos no tienen quejas legítimas.
"Estos son terroristas y asesinos que reciben los derechos exactos que establece la ley internacional. La política es que no se puede negociar con este tipo de prisioneros. No hay razón para darles beneficios adicionales a los que ya tienen”, dijo Erdan en declaraciones a la radio del ejército israelí.
Estos son terroristas y asesinos que reciben los derechos exactos que establece la ley internacional. La política es que no se puede negociar con este tipo de prisioneros. No hay razón para darles beneficios adicionales a los que ya tienen”, dijo el ministro israelí de seguridad publica, Gilad Erdan.
Además reveló que el líder de la segunda Intifada palestina, Marwan Barquzi, autor de la huelga, fue trasladado a otra prisión y está aislado en confinamiento.
No es extraño que califiquen a los presos palestinos de asesinos, pues por el mero hecho de ser precisamente palestinos, según el régimen de Israel, no tienen derecho a la vida.
De hecho, el ministro israelí de servicios de inteligencia, Yisrael Katz, urgió el lunes 18 de abril en su cuenta de Twitter a ejecutar a los palestinos que se encuentran en las cárceles del régimen de Tel Aviv. El parlamento debe, lo antes posible, aprobar un proyecto de ley que autorice la pena de muerte para dichos presos.
“Marwan Barquzi, un asesino, ha iniciado una huelga de hambre para mejorar sus condiciones (...) La única solución es ejecutar a los terroristas”, escribió Katz.
Arremete particularmente contra Barquzi, alto cargo de Al-Fatah, porque este encabeza la huelga de hambre de los presos. "Cerca de un millón de palestinos han sido detenidos, torturados, humillados física y psicológicamente, y sometidos a condiciones duras y degradantes en las Bastillas del bárbaro colonialismo sionista", denunció Barquzi en una carta recogida por la agencia palestina de noticias Maan.
El lunes más de 700 presos palestinos comenzaron una huelga de hambre colectiva con el objetivo de poner fin a la detención administrativa y al régimen de aislamiento, la tortura, y forzar la instalación de teléfonos públicos para los presos palestinos y una mejora de su situación en las cárceles israelíes.
El presidente palestino, Mahmud Abás, pidió en la misma jornada del lunes a la comunidad internacional que salve a los palestinos presos que se declararon en huelga de hambre indefinida, y recordó que el régimen de Israel les sigue negando sus derechos fundamentales.
El secretario general del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, también se hizo eco de las declaraciones de Abás y pidió a la comunidad internacional que haga rendir cuentas al régimen de Tel Aviv por su violación sistemática de los derechos de los palestinos.
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