• El premier israelí, Benyamin Netanyahu
Publicada: jueves, 19 de febrero de 2015 15:18

La clase élite israelí califica de “ridículas” las llamadas del primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, a los judíos residentes en Europa para viajar a los territorios ocupados palestinos y las considera como una propaganda política de cara a las elecciones.

De acuerdo con Barel, las tasas de miedo, inseguridad y asesinato registradas entre los israelíes son mayores que las registradas en los países europeos; además de los conflictos que existen entre las partes políticas.

Si los judíos europeos vienen inmediatamente a los territorios ocupados, pueden votar en las elecciones de marzo 17 y apoyar a la persona que les prometió un refugio seguro y los invitó a emigrar, o más exactamente, les ordenó, ha destacado el escritor y analista israelí, Zvi Barel.

En un informe publicado este jueves en el diario israelí ‘Haaretz’, el también comentarista recuerda que “el problema principal de los judíos no reside en la falta de un lugar seguro en Europa para ellos”.

Sin embargo, apunta Barel, el problema verdadero es que tampoco confían en la seguridad prometida por las autoridades israelíes; pues la situación en los territorios ocupados “es la misma que en Europa”.

En tanto, cuestiona lo que encontrarían los judíos europeos en los territorios ocupados palestinos en el caso de que aceptaran la convocatoria de Netanyahu ya que esa migración no podrá ayudarles.

A este respecto, ha subrayado las dificultades con las que se enfrentarían en los territorios ocupados palestinos y todo debido a las políticas adoptadas por el régimen de Israel.

De acuerdo con Barel, las tasas de miedo, inseguridad y asesinato registradas entre los israelíes son mayores que las registradas en los países europeos; además de los conflictos que existen entre las partes políticas.

Tras los recientes ataques terroristas registrados en el continente europeo, que en algunos de los cuales también perdieron la vida un número de judíos, el primer ministro israelí aprovechó la oportunidad y comunicó su decisión de discutir “un plan de 46 millones de euros para animar a la inmigración judía desde Francia, Bélgica y Ucrania”.

Ese anuncio provocó el disgusto, el malestar y la fuerte reacción de autoridades europeas, enfatizando que ni el más mínimo peligro amenaza a la comunidad judía de los países de ese continente.

El régimen de Israel, últimamente y especialmente después de su reciente guerra contra la Franja de Gaza, que demostró la inseguridad de esta zona ante los cohetes de los grupos de resistencia palestinos, experimenta un incremento notable en la migración inversa que constituye una amenaza para la existencia de este régimen.

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