Publicada: martes, 7 de noviembre de 2017 13:04

¿Cómo explicar los recientes documentos “desclasificados” por el régimen estadounidense, donde se insinúa una relación entre Irán y el terrorista internacional Bin Laden?

La razón es dual básicamente: en primer lugar, Donald Trump desea armarse de motivos para no cumplir la palabra empreñada en el Acuerdo Nuclear suscrito en el G5+1, por el cual se obligan todos los firmantes a respetar lo pactado; en segundo lugar, debido a la imagen internacional de la nación persa, la que paulatinamente se consolida como un garante de paz, convierte su posición en respetada internacionalmente debilitando al régimen estadounidense.

Según el documento “descubierto” entre cerca de medio millón de registros (seis años y medio después de que el Ejército estadounidense supuestamente encontrara a Osama Bin Laden en su escondite en Pakistán), la CIA publicó la última tanda de los archivos recuperados durante dicha acción militar. Extrañamente, entre los 470.000 archivos se incluye un sospechoso escrito que mostraría un vínculo entre Irán y Al Qaeda, etiquetado como “documento de 19 páginas nunca antes visto”.

Este lote inmenso que incluiría documentos de voz, imágenes, videos, 'software', además de fotografías personales de la familia del difunto líder del grupo terrorista, portaría una prueba de "tratos secretos" entre Teherán y el grupo terrorista, “presuntamente escrito por un miembro de alto rango de Al Qaeda”. Este, presuntamente, proporcionaría los planes entre Irán y la banda takfirí para atacar los intereses estadounidenses en Arabia Saudita y el golfo Pérsico. 

El desconocido autor del documento habría escrito que, a cambio de llevar a cabo ataques contra objetivos estadounidenses y saudíes, el Irán chiita ofreció a los militantes suníes dinero, armas y entrenamiento en campo. El director de la CIA, Mike Pompeo, ha subrayado que esta publicación "ofrece la oportunidad al pueblo estadounidense de obtener más información sobre los planes y el funcionamiento de esta organización terrorista".

No obstante, el archivo “olvida” datos según los cuales Osama Bin Laden fue reclutado, entrenado y financiado por su creador, el régimen estadounidense, para atentar contra el ejército soviético en Afganistán y luego continuó como su ejecutor preferido.

En esta dirección, lo cierto es que la CIA ha “revelado” numerosa información que ha resultado un fiasco puesto que no ha aportado ninguna evidencia de lo investigado exhaustivamente. Cabe recordar aquella referida a los OVNIS en la cual, además de dar algunas normas para estudiar el fenómeno, entregó datos ya conocidos y que establecen dudas sobre la confirmación de dichos platillos voladores. Igualmente, la noticia sobre los secretos guardados respecto al asesinato de John F. Kennedy fueron una repetición de lo ya conocido y no produjeron lo esperado: reconocer quién ordenó el magnicidio y el complot urdido en su contra.

Al respecto, se producen varias consideraciones.

Una, fabricar una historia para blanquear la imagen del patrocinador es típico del cine en Hollywood, lo que permite no ensuciarse con este tipo de elementos que ya no sirven. Es la estrategia del encubrimiento por crimen.

Dos, parece ser una estrategia conjunta para debilitar el Pacto Nuclear acumulando pruebas inexistentes. Así, ahora, Riad como el presidente de EE.UU. han vinculado a Irán con un misil enviado contra Arabia SauditaDesmintiéndolos, los rebeldes hutíes de Yemen se atribuyeron el lanzamiento en respuesta a la agresión militar saudita que desde marzo del 2015 lidera una coalición que busca restablecer el gobierno del prófugo Abdo Rabu Mansur Hadi.

Tres, lo que hace dudar aún más de estos documentos es que son entregados después de un largo periodo de tiempo donde pudieron ser manipulados completamente y, coincidentemente, son entregados en determinadas coyunturas como ariete para intereses no expuestos con sinceridad. Es preciso señalar que la revelación del documento se produjo semanas después que el presidente de EE.UU., Donald Trump, descertificara el Plan Integral de Acción Conjunta, acuerdo para regular el programa nuclear de la nación persa.

Cuatro, la reciente publicación de la CIA que sugiere que Irán conspiró con Osama Bin Laden, estaría en la vía de aumentar la presión sobre Teherán, pese a que desató la protesta mundial y aisló a la Administración Trump aún más en el escenario mundial. Federica Mogherini afirmó que Washington no tiene el derecho a revocar unilateralmente un acuerdo que fue producto de duras negociaciones entre múltiples Estados. "No es un acuerdo bilateral. No pertenece a ningún país en particular. Y no depende de un solo país el terminarlo".

Cinco, el ex analista de la CIA, Edward Price, ha expresado públicamente su escepticismo sobre el documento recientemente revelado, sugiriendo una nueva estratagema de la agencia de inteligencia similar a la que precedió al ataque de 2003 contra Irak, aunque esta vez es Irán el que podría ser no únicamente agredido sino subvertido para un cambio de gobierno.

Algunas preguntas dejan más interrogantes: ¿se había convertido finalmente Bin Laden en un bibliotecario que coleccionó más de 470.000 archivos de voz, imágenes, videos, fotos, proyectos, películas porno, obtenidos en la intervención realizada en mayo de 2011?,¿Cómo es que 23 de los 25 miembros del comando que supuestamente acribilló a Osama están muertos?

Como es habitual en la prensa vasalla, la información científica, histórica, social, es deformada con el fin de hacer de una noticia presunta otra verdad cuestionable, lo que corrobora la táctica de acusar sin pruebas, publicar sin constatación y mentir sin remordimiento, sólo con el fin de lograr sus intereses haciendo realidad el principio maquiavélico: el fin justifica los medios deshonestos.

Compete al mundo alternativo insistir en la senda de la denuncia certera de las falsas banderas para centrarse en la realidad y continuar el camino de la soberanía auténtica  de todas las naciones del mundo.