“No hay ninguna reacción específica por parte de la Casa Blanca”
-Un bostezo colectivo
Al igual que la Casa Blanca, la reacción de todos los Estados Unidos ante el asesinato de Deah Barakat, Yusor Abu-Salha y Razan Abu-Salha a manos del ateo Craig Hicks, especialmente en los medios de comunicación cada vez más apegados a los derechistas, ha sido un largo bostezo.
No es que el caso no haya atraído la atención pública, pero la luz que iluminó brevemente el caso, sólo fue para justificar la idea de que el asesinato no ha tenido nada que ver con el odio hacia los musulmanes; que el asesino ha sido un hombre trastornado que mató simplemente a tres jóvenes visiblemente musulmanes por una disputa sobre una plaza de aparcamiento. El mensaje, como siempre cuando las víctimas son musulmanas, está claro, “el asesino ha sido un lobo solitario criminal, probablemente loco. No hay nada que ver por aquí, miren hacia otro lado”
Los musulmanes, incluyendo los familiares de las víctimas, insisten en que esto debe ser investigado como un crimen de odio. Ahora, ¿cómo un sistema formado por medios de comunicación estadounidenses y un gobierno que juntos, han hecho tolo lo posible para demonizar los musulmanes en todo el mundo, tanto implícita como explícitamente, con el fin de lograr sus objetivos políticos, van a admitir que el odio que han fomentado está perjudicando a los musulmanes, incluso dentro de sus propias fronteras?
Es necesario aclarar que aquellos que se encuentran en el banquillo de los acusados no son ni los ciudadanos estadounidenses ni la población occidental en su conjunto, pues su creciente odio hacia los musulmanas en realidad no es un acto intencionado. Este odio es una buena muestra del poder de los medios de comunicación y de que incluso las personas de buena voluntad, pueden ser blanco de lavado del cerebro para creer lo peor de su prójimo, especialmente de los musulmanes y hacer daño en secreto o abiertamente a ellos.
Claro que hay excepciones en lo mencionado. Hay muchas personas de buena voluntad que realmente aún no se han caído en la trampa de odio antimusulmán, y sus palabras y acciones en apoyo de los musulmanes en esta época de odio abrumador son apreciadas e importantes.
-Una pérdida también para los Estados Unidos
Deah, Yusor y Razan eran todos miembros activos de la sociedad estadounidense. Ellos fueron educados ahí y les encantaba el país que sus padres habían adoptado como su patria. Cada uno era una joya, y como se ha dicho, sus asesinatos han significado una gran pérdida no sólo para la comunidad musulmana estadounidense, sino para la comunidad estadounidense en general.
Es una realidad bien conocida que los musulmanes en Estados Unidos se destacan por su educación y su riqueza dentro de la sociedad estadounidense en general. Los musulmanes han desempeñado un papel vital, y seguirán haciéndolo, en sus respectivas comunidades. Un buen ejemplo de ello fue Deah Barakat, cuyo trabajo voluntario, tanto para las personas sin hogares de su comunidad, como para los refugiados musulmanes desplazados a causa de la crisis siria, es ahora bien conocido.
-La efusión del odio
Aunque muchas encuestas han indicado que existe una opinión negativa hacia Islam y los musulmanes en los EE.UU., se ha demostrado que las personas que han tenido contacto con los musulmanes de forma regular, no comparten estas opiniones negativas. Contacto y conocimiento entonces, pueden acabar con los discursos llenos de odio de los medios como Fox News, y las tonterías que personas como Pamela Geller pueden vomitar y propagar.
Si alguien siente que el tiroteo de Chapel Hill ha sido un incidente aislado, tiene que conocer los casos de mujeres vestidas con atuendo musulmán que han sido víctimas de abuso verbal, perseguidas en sus coches y objetos de amenazas.
Esto es, entonces, lo absurdo de la atmósfera actual de islamofobia en Occidente. Para un Occidente que califica las mujeres musulmanas de 'oprimidas', es casi cómico maltratar tanto a las mujeres musulmanas a causa de un pañuelo, que han elegido llevar por su propia voluntad. Esta debe ser una señal para los que todavía siguen apoyando el odio animusulmán. Ustedes oprimen el segmento de los musulmanes que, en su mente, creen que es el más oprimido por Islam ¿Tiene esto algún sentido?
-La esperanza
Son interesantes las políticas de doble rasero de los medios de comunicación de EE.UU. cuando se trata de un caso que tiene a los musulmanes como los culpables y otro en el cual las víctimas son musulmanas. En el primer caso, el perpetrador siempre se clasifica como un "terrorista" de manera automática e independientemente de los hechos mientras en el segundo, el asesino no será jamás un terrorista, independientemente de los hechos.
Son interesantes las políticas de doble rasero de los medios de comunicación de EE.UU. cuando se trata de un caso que tiene a los musulmanes como los culpables y otro en el cual las víctimas son musulmanas. En el primer caso, el perpetrador siempre se clasifica como un "terrorista" de manera automática e independientemente de los hechos mientras en el segundo, el asesino no será jamás un terrorista, independientemente de los hechos.
Como hemos dicho, entre la marea del odio, hay un gran apoyo también. Aunque no habrá cánticos como 'Je Suis Charlie', pronunciados después del ataque a Charlie Hebdo por las celebridades durante las galas de gran prestigio, algunos como el comediante Chris Rock, a través de sus mensajes en Twitter, por lo menos han atraído un poco de atención a las políticas de doble rasero de los medios de comunicación de Estados Unidos cuando se trata de un caso que tiene a los musulmanes como los culpables y otro en el cual las víctimas son musulmanas. En el primer caso, el perpetrador siempre se clasifica como un "terrorista" de manera automática e independientemente de los hechos mientras en el segundo, el asesino no será jamás un terrorista, independientemente de los hechos.
Más allá de eso, los textos colgados en las redes sociales han demostrado que unos, han celebrado el tiroteo en Chapel Hill, mientras que algunos otros incluso han deseado ser testigos del asesinato de más musulmanes.
Es importante señalar que los musulmanes que emigraron a EE.UU., fueron allí con la esperanza de una vida mejor, algunos procedían de los países gobernados por dictadores respaldados por Estados Unidos. Muchos han construido una buena vida en el país norteamericano y sus hijos se han criado con los ideales occidentales y saben valerse por sí mismos, algo que habría sido inimaginable si hubieran quedado en las dictaduras represivas de sus países natales.
Esto parece la novela satírica de Joseph Heller, la Trampa 22. EE.UU. ha dado bienvenida a los musulmanes y muchos de ellos se han integrado a la sociedad estadounidense, adoptando la rutinaria actitud de los miembros de esta sociedad de mover hacia delante sin tener miedo a nadie. Este ideal muy estadounidense, ahora volverá a morder a los que quieren que los musulmanes sean reprimidos y subalternos, y no se consideren nada más que ciudadanos y los seres humanos de segunda clase.
-Una reacción con finura
Cuando salió la noticia de los asesinatos de Chapel Hill, los familiares de las víctimas reaccionaron lanzando contundentes comunicaciones. Abrieron una página de Facebook para comunicarse de forma directa con el mundo exterior. Suzanne Barakat, la hermana de Deah, en una conferencia de prensa muy bien redactada y directa, exigió, en nombre de ambas familias, que el caso sea tratado como un crimen de odio.
Suzanne también apareció en el programa AC360 de CNN con Anderson Cooper donde en una entrevista emocionante, mostró el lado humano de la pérdida de su hermano, su cuñada y la hermana de esta. El padre de las dos hermanas Abu-Salha, expresó claramente que sus hijas conocían a Hicks como un islamófobo, y estaban preocupadas por su actitud. Un amigo también repudió a Fox News y al gobernador republicano Bobby Jindal por la deshumanización de los musulmanes.
La comunidad musulmana-estadounidense, especialmente el Comité árabe-americano Anti-Discriminación (ADC, por sus siglas en ingles), también condenó enérgicamente estos asesinatos, señalando la hipocresía clara y el doble rasero con los que han sido abordados y reportados estos por los medios de comunicación occidentales. El Consejo de Relaciones americano-islámicas (CAIR, por sus siglas en ingles) exigió a las autoridades a estudiar el papel que ha tenido el odio en este delito.
El grupo de la oposición de Baréin, Al-Wefaq, ha condenado a su vez los asesinatos y la creciente atmósfera de odio hacia los musulmanes en EE.UU., advirtiendo que las manos del páis norteamericano están ensangrentadas por el apoyo que brinda a la dictadura en la supresión de la mayoría opositora de Baréin.
En esto hay una lección. Los musulmanes no deben seguir aceptando la opresión en silencio. Debemos hablar, porque sólo los que se ponen de pie consiguen respeto. Aunque algunos líderes musulmanes en EE.UU. ingenuamente aconsejan a los musulmanes a no ver estos asesinatos como un crimen de odio y a confiar en que la investigación de la policía se está llevando a cabo correctamente, es hora de que los musulmanes dejen de engañarse a sí mismos. No se puede confiar en que todo se vaya viento en popa para la comunidad musulmana en los EE.UU., o en otras partes del mundo. Los musulmanes son quienes podrán hacer que esto suceda. Como dice la famosa frase del Profeta (P), “Cree en Dios, pero no deje de atar su camello”.
La lección es que ahora son EE.UU. y el Occidente los que han puesto de pie y definen lo que es correcto. Pero también por otro lado, diversos movimientos hashtag en línea controlan ya los impulsos sociales, sea #MuslimLivesMatter, #CallItTerrorism, #IslamophobiaOnTheRise y muchos otros, son un buen comienzo para llamar la atención sobre el tema. Sin embargo, los musulmanes tienen que aumentar el costo que se tiene que pagar uno por actos de odio. Deben hacer saber que ellos también son ciudadanos con derecho a voto y puedan ejercer sus derechos democráticos para asegurar que sus derechos son protegidos.
Estados Unidos y Occidente han sermoneado el mundo sobre los valores humanos, la autoridad moral, la igualdad, la libertad y la tolerancia durante demasiado tiempo, y ahora ha llegado el momento para que todos sepan que ellos también viven soñando con estos dignos ideales, pues vida de los musulmanes, literalmente, depende de un hilo.
Escrito por: Waqar Rizvi
Waqar Rizvi es un crítico político, con estudios en la religión, la filosofía y la ingeniería. Es de origen Paquistaní y ha vivido y estudiado en los Emiratos Árabes Unidos, Canadá e Irán donde de momento colabora con la cadena PressTV como presentador de noticias. Tiene un amplio conocimiento sobre temas relacionados con la religión musulmana, América del Norte, Sur de Asia, y Asuntos de Oriente Medio.
