Mientras que los que ya han sido deportados hablan del dolor que les ha provocado separarse de su familia.
El Gobierno de Donald Trump ahora pretende separar a las familias migrantes en la frontera. Los padres serán detenidos, podrían enfrentar cargos judiciales por tráfico de personas, mientras que sus hijos quedan en custodia del Gobierno estadounidense en lo que se define la situación legal de sus padres. La división de familias preocupa al Gobierno mexicano, pero aun no presenta un plan de acción definido y concreto.
En el Congreso, los legisladores quieren convertir la preocupación en acciones muy concretas para defender a los mexicanos de esta eventual separación de familias en la frontera, a los mexicanos que viven en Estados Unidos y a los que ya fueron deportados a México.
La deportación de mexicanos de EE.UU., no es nueva. El expresidente Barack Obama, deportó casi 3 millones de migrantes. Es llamado el “El Deportador en Jefe”. 47 % de los deportados no tenía antecedentes penales. Sus familias quedaron divididas, muchas de ellas en el desamparo económico.
Esta es una de las puertas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por donde llegan los mexicanos que han sido deportados en esta nueva era de Trump, todos ellos coinciden en una cosa, trabajan allá de manera ardua pero sobre todo honesta. Ellos han dejado allá a su familia, han dejado bienes materiales que les han constado años para poder obtenerlos, ellos dicen que no están dispuestos a soportar esto y que quieren regresar para reencontrarse sus familiares en los Estados Unidos.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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