“Argelia rechaza cualquier intromisión extranjera en Libia, y cree que no existe ninguna solución (para la crisis libia), salvo dentro del territorio libio, y con la presencia de los propios libios”, dijo el sábado el embajador argelino en Jordania, Mohamad Bouroubah.
Argelia rechaza cualquier intromisión extranjera en Libia, y cree que no existe ninguna solución (para la crisis libia), salvo dentro del territorio libio, y con la presencia de los propios libios”, dijo el embajador argelino en Jordania.
El diplomático argelino en una entrevista concedida al diario árabe Al-Sharq Al-Awsat, dijo que su país siempre apoya una salida pacífica a la crisis en Libia a través de un diálogo entre todos los grupos libios, menos aquellos considerados como terroristas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Reiteró la postura de su país, es decir, no inmiscuirse en los asuntos internos de otros, y subrayó que tampoco consentirá la injerencia foránea en sus asuntos.
Argel, capital argelina, acogió el pasado jueves la 3ª reunión del diálogo interlibio, apoyado por la ONU, en la que los participantes manifestaron su voluntad de concluir, cuanto antes, un acuerdo definitivo con miras a la formación de un gobierno de unión nacional para superar la crisis en el país norteafricano.
Las negociaciones políticas interlibias se reanudarán el lunes en Sjirat (Sur de Rabat, capital de Marruecos), bajo los auspicios de la Misión de las Naciones Unidas en Libia (Manul).
Después de la intervención occidental en Libia en 2011, y del subsiguiente vacío de poder creado con la caída del exdictador libio Muamar Gadafi, está nación árabe se ha visto inmersa en el caos.
Un análisis político publicado en febrero por la agencia británica 'Sky News', mostró que la intervención militar del Reino Unido y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Libia que tenía supuestamente como objetivo restablecer la paz y derrocar al régimen de Gadafi, no tuvo ningún otro logro que crear un verdadero desastre y un bastión seguro para los terroristas.
De acuerdo con el análisis, Londres que desempeñó un clave rol en esos ataques fracasó en su intento de llevar a cabo una transición política en Libia, dejando a ese país en un vacío de poder, un paraíso seguro para los grupos terroristas y un corredor para el tráfico de armas y de refugiados.
Actualmente, cerca de 1 700 grupos armados están activos en Libia, donde están luchando para controlar recursos y territorio, combates que han dejado a este país en ruina y, si incluimos los enfrentamientos para derrocar a Gadafi, se puede hablar de unos 30 000 muertos y 50 000 heridos.

Aprovechando la ocasión caótica vivida en Libia, el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) activo en Siria e Irak, ha ampliado su radio de acción al país norteafricano, donde cada día más está ganando terreno y comete horrendos crímenes.
La presencia de Daesh, grupo takfirí financiado y patrocinado ampliamente por Occidente, en Libia, muy cerca de las puertas de Europa, ha preocupado y movilizado a los Estados occidentales a hallar una solución para la crisis en ese país, tras cuatro años de dejarlo hundido en el caos.
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