• Protesta de los libios en Trípoli, 13 febrero de 2015
Publicada: sábado, 21 de febrero de 2015 7:39
Actualizada: sábado, 21 de febrero de 2015 8:17

Los libios condenaron el viernes el triple atentado perpetrado horas antes, en la misma jornada, por elementos takfiríes del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en la ciudad de Al-Qoba, ubicada en el este de Libia, sucesos que dejaron más de 40 muertos y unos 70 heridos.

En las marchas realizadas en las ciudades de Bengasi (este), Al Baida (noreste) y Trípoli (capital), los manifestantes quemaron las banderas de Estados Unidos, el Reino Unido y Catar, como patrocinadores del terrorismo en la región.

Además reafirmaron su apoyo al Ejército libio y pidieron el levantamiento del embargo de armas impuesto desde 2011 a su país por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), bajo el pretexto de proteger a la población civil durante el levantamiento popular contra el régimen de Muamar Gadafi.

De igual manera, pidieron el apoyo internacional a la resolución del CSNU a favor de suministrar el armamento necesario para luchar contra el terrorismo en ese país árabe.

Los indignados libios insistieron en designar inmediatamente al exgeneral Jalifa Haftar como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Libia.

Asimismo, protestaron contra los bombardeos aéreos llevados a cabo por Egipto en la localidad oriental de Derna por El Cairo, después de que Daesh publicara el pasado domingo un vídeo en el que mostraba la decapitación de 21 cristianos coptos egipcios que habían sido secuestrados en la ciudad de Sirte, en el este de Libia.

La Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés), al condenar en los términos más enérgicos dichos atentados, los calificó de “terrorismo” llevado a cabo de “manera cobarde” por los terroristas de Daesh.

Tras expresar sus condolencias a las familias de las víctimas, UNSMIL llamó a la unidad política en Trípoli, como la mejor forma de hacer frente al terrorismo y la violencia contra la población civil.

Igualmente, mediante sendos comunicados, tanto el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, como la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, condenaron los ataques y expresaron su solidaridad con los sobrevivientes.

El grupo takfirí Daesh reivindicó la misma jornada estos atentados a través de un comunicado, en el que aseguró que fueron en respuesta a los ataques aéreos realizados por Egipto, además de un mensaje directo para cualquier persona que pretenda atentar contra los “soldados del califato”.

Tras la intervención extranjera del Occidente en Libia y la caída de Gadafi, el país árabe sigue sumido en la inseguridad e inestabilidad por los enfrentamientos existentes entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados, algunos de los cuales han jurado lealtad a Daesh.

Estos grupos armados son los mismos que recibieron equipos militares y municiones provenientes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para derrocar a Gadafi.

De acuerdo con los datos proporcionados por la ONU, desde octubre de 2014, el conflicto armado en Libia ha dejado 450 muertos y 15.000 familias desplazadas.

ask/anz/mrk

 

Comentarios