El envío a Japón de aviones E-2D Hawkeye con radares de vigilancia es parte de un plan de despliegue de los más avanzados aviones y buques estadounidenses en el este de Asia para contrarrestar la creciente fuerza militar de China, de acuerdo con un comunicado de prensa de la Marina de EE.UU. recogido este jueves por la agencia de noticias Reuters.
"Ponemos en marcha las unidades más avanzadas para apoyar el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Japón y la seguridad y estabilidad de la región", asevera la Marina en la nota.
Ponemos en marcha las unidades más avanzadas para apoyar el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Japón y la seguridad y estabilidad de la región", ha anunciado la Marina de EE.UU.
Los aviones, diseñados para operar desde portaaviones, se trasladarán a la base militar de EE.UU en la ciudad de Iwakuni, en el oeste de Japón. Pueden recopilar y enviar imágenes a los centros de mando a través de sistemas de procesamiento de datos, agrega el comunicado.
Aunque la Marina norteamericana no detalla el número exacto de los aparatos, un escuadrón incluye normalmente entre 12 y 24 aviones. Las nuevas aeronaves reemplazan la versión antigua, la E-2s.
La medida, planeada antes de las elecciones de Estados Unidos, se produce en momentos en que el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha aventurado la posibilidad de establecer relaciones oficiales con Taiwán, ignorando así casi 40 años de compromiso de Washington con Pekín.
En una entrevista concedida el pasado 11 de diciembre con la cadena Fox News, el magnate inmobiliario amenazó también con romper con el principio de una sola China y con el frágil equilibrio de las relaciones entre EE.UU. y el gigante asiático.
En reacción, las autoridades chinas advirtieron de que no tolerarán ningún tipo de agresión a sus relaciones bilaterales, por lo que el magnate debería andar con más cuidado en sus declaraciones.
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