Desde el desastre nuclear de Fukushima en 2011, todos, menos tres de los 43 reactores nucleares operativos de Japón, fueron desconectados.
El 11 de marzo de 2011, un enorme tsunami causado por un terremoto de nueve grados de magnitud causó graves daños a los sistemas de refrigeración de la planta nuclear de Fukushima colapsando y permitiendo la liberación de grandes cantidades de radiación en el medio ambiente.
A pesar de que la población japonesa ha mostrado su preocupación por el reinicio de los reactores nucleares, Abe ha pedido la reapertura de varias de las plantas que cumplan con las nuevas normas de seguridad implementadas después del siniestro.
A principios del mes de marzo, con motivo del aniversario de la tragedia de Fukushima, varias protestas similares se llevaron a cabo en frente del Edificio Nacional de la Dieta de Tokio.
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