A los defensores les preocupa las restricciones a las garantías ciudadanas que conlleva el paquete especialmente la criminalización de la protesta. Las organizaciones de sociedad civil rechazan el paquete de reformas al código penal, por considerarlo una medida populista del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
Consideramos que también es bastante sospechoso el hecho de que esas reformas surjan en este preciso momento justo antes de las elecciones primarias. Los defensores de Derechos Humanos aseguran que la vida de miles de hondureños estarán en peligro, una vez aprobadas las reformas la Policía y Ejército podrán disparar en contra de los que ejerzan el derecho a la protesta.
El tema de la alta tasa de homicidios que se registra en el país es utilizado por Hernández para hacer creer a la población que con las reformas cesaran las muertes violentas. No solo las organizaciones de los Derechos Humanos se han pronunciado en contra de estas reformas penales, también lo han hecho los líderes de la oposición al declararse al unísono en contra de que las protestas sociales sean criminalizadas.
Los defensores han considerado la medida como una cortina de humo del actual gobierno ante su ineficacia para combatir la delincuencia común y organizada. El oficialismo cuenta en el Congreso con una bancada de 48 diputados, de estos necesita sólo 41 para aprobar la medida por lo cual las reformas al código penal es casi un hecho.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
mhn/hnb
