• El primer ministro griego, Alexis Tsipras, habla durante una reunión de su partido Syriza en Atenas, 11 de febrero de 2017.
Publicada: sábado, 11 de febrero de 2017 17:28
Actualizada: sábado, 11 de febrero de 2017 21:17

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha exigido al FMI y a Alemania que dejen de ‎‎‘jugar con fuego’ y que descarten sus políticas agresivas.‎

Culpando a ambos del actual bloqueo de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, Tsipras conmina este sábado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y, expresamente, al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble —este condiciona la condonación parcial de la deuda griega a la salida de la economía helena de la zona del euro—, a dejar de "jugar con fuego".

El premier griego, en una reunión de su partido, Syriza, si bien se ha mostrado confiado en que Grecia llegará a un acuerdo, también condiciona el retorno a Atenas de los representantes de los acreedores a un cambio de actitud por parte del FMI.

Pido a la canciller Angela Merkel que anime a su ministro de Finanzas a cesar sus calumnias y su permanente agresividad hacia Grecia. La campaña electoral (en Alemania) no puede afectar la vida en otro país", ha señalado Alexis Tsipras, primer ministro griego.

Por otra parte, Tsipras también insta a la canciller alemana, Angela Merkel, a que pida "a su ministro de Finanzas que ponga fin a su agresividad permanente" hacia Grecia, según ha señalado al inicio de la reunión de su partido celebrada hoy; de hecho, un días después de que concluyera sin acuerdo una reunión en Bruselas encaminada a relanzar las negociaciones sobre un nuevo plan de ayuda a Grecia.

"Pido a la canciller Angela Merkel que anime a su ministro de Finanzas a cesar sus calumnias y su permanente agresividad hacia Grecia. La campaña electoral (en Alemania) no puede afectar la vida en otro país", ha declarado Tsipras.

Atenas debe abonar el próximo mes de julio casi 7000 millones de euros a sus acreedores, un pago al que no podrá hacer frente sin nuevos fondos de rescate. No obstante, sus principales acreedores, los países de la zona euro y el FMI, no logran ponerse de acuerdo sobre la deuda y los objetivos económicos griegos, paralizando así cualquier nuevo tramo de ayuda.

El organismo cree que para cumplir el objetivo de excedente presupuestario Atenas necesitaría más reformas internas, algo que el Gobierno de Tsipras rechaza, y reclama asimismo una rebaja sustancial de la deuda griega, punto con el que Berlín no está de acuerdo.

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