Luego de lo ocurrido en el Superclásico entre River y Boca de hace dos semanas, el fútbol argentino volvió a mostrar la peor cara. Jugadores del Pincha y El Lobo protagonizaron una verdadera batalla campal en el tiempo de descuento: golpes y patadas por doquier empañaron una nueva edición de lo que ya deja de ser un partido para volverse una guerra.
A la espera de lo que pueda ser una importante sanción de acuerdo al informe que brindará el árbitro del juego, Silvio Trucco, el partido mostró un trámite parejo en el que el conjunto de Nelson Vivas supo aprovechar las oportunidades en ataque y defenderse cuando lo precisó.
El gol de Carlos Auzqui bastó para cerrar un partido que finalizó con tres expulsados (Álvaro Pereira y Ascacibar en Estudiantes; Bologna en el Lobo) en los noventa, a falta del informe final del juez.
En un partido que cada vez gana más en asperezas, el detonante del escándalo comenzó luego de una mala decisión de Trucco en la roja al arquero del equipo de Pedro Troglio. Luego de la misma, Ascacibar, en afán de cortar una contra peligrosa de Gimnasia, bajó peligrosamente a un rival y produjo lo que todo el mundo pudo apreciar más tarde.
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