"No debe haber campamentos en Francia", afirmó el sábado el mandatario francés, François Hollande, durante una visita a uno de los centros de acogida de refugiados en la ciudad de Tours, donde planteó como meta el total desmantelamiento del campamento conocido como la 'Jungla de Calais'.
El líder galo anunció que se habilitarán unas 9000 plazas para los refugiados de Calais en "centros de recepción y orientación" de distintos puntos del país. "La tarea principal del Estado es demoler el campamento en Calais”, aseguró.
La tarea principal del Estado es demoler el campamento en Calais”, aseguró el presidente francés, François Hollande.
En el marco de su plan, Hollande tiene previsto distribuir los refugiados de este campamento en grupos de entre 40 y 50 personas durante un periodo de entre tres y cuatro meses. Y subrayó que quienes cumplan con los requisitos para la concesión del asilo podrán quedarse en el país, pero quienes no los cumplan, serán deportados.
Al menos 9000 inmigrantes viven en Calais a la espera de cualquier oportunidad para cruzar el canal de la Mancha y llegar al Reino Unido. El asentamiento se ha convertido en un símbolo del fracaso del Gobierno galo en la gestión de la crisis migratoria en Europa y que ha generado manifestaciones.
Los enfrentamientos entre los residentes de este campo y la Policía son relativamente frecuentes, ya que intentan recurrentemente abrirse paso hacia el Reino Unido a través del puerto de Calais.
Europa se enfrenta a una afluencia sin precedentes de refugiados, que huyen de las zonas afectadas por conflictos en África y el Oriente Medio, en particular Siria.
Muchos culpan a las grandes potencias europeas por el éxodo sin precedentes, diciendo que sus políticas han conducido a un aumento del terrorismo y propiciado los conflictos en las regiones afectadas por la violencia, obligando a más personas a abandonar sus hogares.
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