La Fiscalía ha solicitado a los jueces investigar a catorce funcionarios, incluido Sarkozy, implicados en el caso Bygmalion (nombre de la empresa utilizada para emitir múltiples facturas con las que se falseó la contabilidad de la campaña para poder superar el límite legal de gasto de la misma), informa este lunes el diario galo Le Monde.
Según las conclusiones del fiscal de París, François Molins, Bygmalion emitió facturas falsas de gastos por valor de 18,5 millones, mientras que el partido de Sarkozy, el conservador Los Republicanos, superó el techo del gasto, los 22,5 millones de euros en las presidenciales de 2012, cuando el exmandatario perdió frente al actual presidente François Hollande.
La decisión, aunque podría ser descartada por los jueces, supone un duro golpe contra Sarkozy a dos meses y medio de las primarias en su partido, en las que competirá para volver a ser el candidato de Los Republicanos al Elíseo. Su abogado ha calificado la medida de "una maniobra política grosera" contra su cliente.
El expresidente tiene una decena de cargos en su contra, los cuales van de la financiación ilegal al tráfico de influencias, por este último, Sarkozy estuvo detenido en julio de 2014, cuando aseguró que era víctima de una persecución judicial de origen político.
Ahora si los jueces de la institución aceptan dentro del plazo de un mes procesar a Sarkozy por el reciente delito, el exjefe de Estado sería juzgado en plena campaña electoral previa a los comicios presidenciales de mayo de 2017.
No obstante, y pese a ese teórico calendario infernal, Sarkozy no sería condenado antes de las elecciones, lo que le inhabilitaría para ser presidente. La razón es que, incluso aunque el juicio comenzara de inmediato, los recursos de sus abogados retrasarían tanto el veredicto judicial que haría imposible una sentencia rápida. Además, si ganase las elecciones, tendría inmunidad.
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