El cataclismo natural, que azotó particularmente el distrito de Quanzhou, dejó también 34 heridos y nueve desaparecidos.
Las incesantes lluvias provocaron el derrumbe de unas 600 viviendas, dejaron anegadas tierras de cultivo con una superficie total de casi 17.000 hectáreas y unas 250.000 personas sufrieron pérdidas económicas.
Las autoridades del distrito, que tuvieron que realojar a unos 38.000 habitantes de las áreas inundadas, evalúan el impacto económico directo en 1460 millones de yuanes, o unos 215 millones de dólares. La víspera se supo que el caudal de más de 60 ríos del sur de China había superado niveles de alerta debido a las continuas lluvias de los últimos días.
El Centro Meteorológico Nacional (NMC) advirtió que las lluvias golpearán Guangxi y Hunan hasta el 3 de julio por la noche con precipitaciones de hasta 110 litros por metro cuadrado.







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