Raisi, durante su estadía en la ciudad de Biryand (la capital de la provincia iraní de Jorasán del Sur, localizada al este de Irán), afirmó que la dignidad humana es un principio que debe imperar ante cualquier circunstancia y dijo que todo gobierno debe tomar medidas para preservar la dignidad de los ciudadanos, pues, en su opinión, la dignidad del ser humano radica en el pensamiento y en la forma de actuar de todo musulmán. Asimismo, añadió que cualquier gobierno tiene como responsabilidad la creación de empleos decentes para todos los solicitantes de trabajo.
En cuanto al tema del derecho a una vivienda, un problema que aqueja a la sociedad iraní, en general, y a los jóvenes, en particular, prometió adoptar las medidas que sean oportunas para acotar este inconveniente, y restaurar los talleres cerrados o semicerrados.





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