El tribunal, con sede en la ciudad holandesa de La Haya, ha ratificado que el excoronel serbobosnio Ljubisa Beara y el teniente coronel Vujadin Popovic -una de las manos derechas del que fuera jefe del Ejército serbobosnio, Ratko Mladic- son culpables de genocidio, conspiración para cometerlo, violación de las leyes y usos de guerra y crímenes de lesa humanidad a través de su participación en una "empresa criminal conjunta".
La sentencia de la TPIY, confirma también las condenas impuestas a otros tres oficiales serbobosnios. De hecho, ha mantenido la pena de 35 años de prisión para el exteniente Drago Nikolic, por colaborar en el genocidio, crímenes de lesa humanidad y violación de las leyes y usos de guerra.
A su vez, Vinko Pandurevic fue hallado culpable de colaborar y ser cómplice de violaciones de las leyes y usos de guerra y de crímenes de lesa humanidad, además de no evitar y castigar los crímenes cometidos por sus subordinados.
El tribunal decidió por tanto mantener su sentencia a trece años de cárcel. No obstante, ha reducido la condena de cárcel de Radivoge Miletic, que no fue acusado de genocidio, de 19 a 18 años de prisión.
Las tropas del Ejército de la República Srpsks en Srebrenica, región oriental de Bosnia, comandadas por el general Ratko Mladić asesinaron en julio de 1995 a al menos 8000 musulmanes bosnios, la mayoría de ellos hombres y niños.
El genocidio de Srebrenica, se registró a finales de la Guerra de Bosnia (1992-1995) mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había declarado la ciudad de Srebrenica como una zona segura; se considera como la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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