“La Unión Europea no reconoce los resultados falsificados. Sobre esta base, la llamada ‘inauguración’ del 23 de septiembre y el nuevo mandato que reivindica Aleksandr Lukashenko carecen de toda legitimidad democrática”, ha señalado el máximo responsable diplomático de la UE, Josep Borrell, en un comunicado emitido este jueves en su cuenta de Twitter.
Borrell ha indicado que “la UE está revisando sus relaciones con Bielorrusia”, y ha reiterado que las elecciones presidenciales del 9 de agosto “no fueron ni libres ni justas”.
Esta decisión del bloque comunitario europeo llega un día después de que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, tomara posesión del cargo en un acto secreto que sorprendió incluso a las televisiones locales.
Borrell ha insistido en que “los ciudadanos bielorrusos merecen el derecho de estar representados por aquellos a quienes elijan libremente a través de unas nuevas elecciones inclusivas, transparentes y creíbles”.
Lukashenko juró el miércoles el cargo y recibió sus credenciales de jefe de Estado de manos de la presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC) de Bielorrusia, Lidia Yermóshina.
Desde el pasado 9 de agosto, Bielorrusia es escenario de multitudinarias protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales, en las cuales, Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, obtuvo el 80,1 % de los votos. La oposición bielorrusa denuncia un supuesto fraude en el trámite de los comicios presidenciales.
El mandatario bielorruso acusa a EE.UU. de dirigir las protestas antigubernamentales con la complicidad de la Unión Europea.
mrz/ncl/myd/mjs