El comandante del Cuerpo de Infantería de Marina de EE.UU., el general Robert Neller, advirtió a los militares estadounidenses desplegados en Noruega que pronto podría producirse “una gran pelea” con Rusia, publicó el sábado el portal ruso Sputnik.
“Espero estar equivocado, pero se acerca una guerra. A través de su presencia aquí, ustedes están participando en una lucha, una lucha de información, una lucha política”, afirmó el general estadounidense durante su visita anual de Navidad.
Neller precisó además que en un futuro cercano, Rusia y la región del Pacífico estarán en el foco de atención de Estados Unidos. “Simplemente recuerden por qué están aquí. Ellos están monitoreándolos. Del mismo modo que ustedes los monitorean, ellos lo hacen también”, aseveró el alto mando estadounidense.
En otra parte de su discurso, Neller no descartó que esta unidad militar pueda ser reubicada, pero la presencia estadounidense en la región se ampliará. “Tenemos aquí a 300 marines; pero podríamos aumentar ese número a 3000 en una noche”, aseguró.
De este modo, Neller demostró cumplir con los postulados de la nueva versión de la Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., que destaca a Rusia como una de las amenazas más importantes para el país norteamericano.
Espero estar equivocado, pero se acerca una guerra (con Rusia). A través de su presencia aquí, ustedes están participando en una lucha, una lucha de información, una lucha política”, afirmó el comandante del Cuerpo de Infantería de Marina de EE.UU., el general Robert Neller.
Rusia y Noruega comparten 195 kilómetros de frontera en el extremo norte de Europa. Además, existe una frontera marítima de 23,3 kilómetros. Esta es la sección más antigua de la frontera entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desde que Noruega entró en el bloque militar en 1949.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., aprobada recientemente por el presidente Donald Trump, tacha a Rusia de “potencia revisionista”. Al igual que en el caso de China. Esto significa que Moscú y Pekín “tratan de cambiar el statu quo” establecido en el mundo, especificaron desde la Casa Blanca.
Dicha estrategia consta de cuatro pilares: preservar la paz mediante el uso de la fuerza, incrementar la influencia de Washington, proteger la patria y el estilo de vida estadounidenses y promover su prosperidad.
Rusia estima que este plan amenaza la estabilidad mundial al perseguir EE.UU. mantener su hegemonía en un mundo unipolar y tratar de inclinar de nuevo la balanza a su favor.
lvs/ctl/mnz/msf
