Las calles centrales de Bucarest, capital de Rumanía, se llenan de manifestantes antigubernamentales. Más de 20 mil rumanos se manifestaron contra el Gobierno socialdemócrata por la reciente adopción de una controvertida reforma fiscal.
La protesta va contra una nueva normativa que puede desencadenar una reducción de los salarios de hasta un 20 por ciento. Entre otras cosas, la polémica ley transfiere las cargas del pago de la seguridad social de los empleadores a los trabajadores.
Los manifestantes también se oponen a un proyecto de reforma del sistema judicial, debatido actualmente en el Parlamento, que reducirá las competencias de la Fiscalía anticorrupción. La medida fue criticada por la Unión Europea (UE).
En febrero pasado, Rumanía vivió la mayor oleada de protestas desde la caída del comunismo en 1989. Multitudinarias manifestaciones diarias finalmente obligaron al Gabinete socialdemócrata a retirar una controvertida ley con la que pretendía despenalizar ciertos delitos de corrupción.
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