El despliegue de los marines estadounidenses en la base militar de Vaernes, cerca de la ciudad de Trondheim, que participarán en un programa de instrucción militar, supone la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que se permite que tropas extranjeras sean estacionadas allí.
Aunque se trata de un tipo de colaboración de prueba, la decisión del Gobierno ya provocó crítica en el país: los oponentes indican, en particular, que desde su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 1949, Oslo nunca ha autorizado la presencia de tropas extranjeras en su territorio de forma permanente en tiempo de paz.
La decisión fue tomada en octubre de 2016, cuando el Gobierno noruego indicó que los soldados de EE.UU. irán rotando en el marco del acuerdo bilateral de cooperación para la instrucción militar. La embajada rusa en Noruega cuestionó entonces esta decisión, indicando que no entendía por qué Noruega está decidida a incrementar su potencial militar.
Aunque los funcionarios noruegos han minimizado cualquier vínculo entre la operación y las tensiones de la OTAN con Rusia, este despliegue coincide con que Estados Unidos haya enviado varios miles de soldados a Polonia para reforzar a sus aliados de Europa del Este ante la supuesta 'amenaza rusa'.
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