En una cumbre que se ha de celebrar entre el martes y el miércoles en Bruselas (Bélgica), los ministros de Defensa de los miembros de la Alianza Atlántica tienen previsto acordar el despliegue de 4000 nuevos efectivos en los mencionados países, ha informado este lunes la agencia británica Reuters.
Pese a las advertencias del Kremlin, receloso de la constante expansión hacia sus fronteras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde el derrumbe soviético, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido tienen pensado enviar batallones de 1000 hombres, a los que podría sumarse un cuarto comandado por Canadá.
Necesitamos poder detener una eventual agresión por el aire”, plantea el ministro de Defensa de Lituania, Juozas Olekas.
De aprobarse finalmente en julio en Varsovia (la capital polaca), el batallón británico se desplegaría en Estonia, el alemán en Lituania, el estadounidense en Letonia y el canadiense, de hacerlo, en Polonia.
Sin embargo, las autoridades de los países receptores sostienen que el movimiento de tropas puede no bastar “para disuadir una acción rusa”. Tras el traumático acercamiento de Ucrania al oeste a resultas de las confusas revueltas del Maidán y de la reintegración a Rusia de Crimea, los dirigentes y la prensa occidentales acusan a menudo a Moscú de expansionismo, mientras se suceden las maniobras de la OTAN en la región.
“Necesitamos poder detener una eventual agresión por el aire”, ha declarado a la mencionada agencia británica el ministro de Defensa lituano, Juozas Olekas, al dar a conocer planes conjuntos con los Estados bálticos para crear un sistema de defensa aérea regional de alcance medio.
Para ello, quieren adquirir interceptores de misiles de alcance medio a la empresa armamentística noruega Kongsberg Gruppen y a la estadounidense Raytheon.
En los últimos tiempos, la defensa aérea de los países bálticos depende de patrullas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), realizadas en la actualidad por 4 cazas de combate británicos y otros 4 portugueses.
Rusia, por su parte, ha reclamado al bloque militar occidental el cese de su avance y el desmantelamiento gradual de su acumulación militar en el Báltico. Especial preocupación causa en Moscú el inminente despliegue en el este de Europa del escudo antimisiles de la Alianza.
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