A solo dos días de que tuvieran lugar los atentados terroristas que sacudieron Bruselas, capital de Bélgica, los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) se reunieron en esa ciudad y reconocieron que no han aplicado las medidas de seguridad acordadas tras los atentados de París (noviembre de 2015) y que ha llegado la hora de “combinar esfuerzos con carácter de urgencia” y prometer que, esta vez, sí lo harán con celeridad.
Poco antes, el presidente de la Comisión Europea (CE), el luxemburgués Jean-Claude Juncker, había arremetido contra los Estados por no haber aplicado a tiempo la estrategia de seguridad de Bruselas.
Hay falta de voluntad política, de coordinación y, lo más importante, falta de confianza [entre los Estados europeos para luchar contra el terrorismo]”, dijo el comisario del Interior griego, Dimitris Avramopoulos.

El comisario del Interior griego, Dimitris Avramopoulos, en tono enérgico dijo que “hay falta de voluntad política, de coordinación y, lo más importante, falta de confianza [entre los Estados]”.
Avramopoulos afirmó que “los que perpetraron los atentados en Bruselas eran bien conocidos por los servicios de inteligencia. Lo mismo ocurrió en París. Es el momento de cooperar”, puntualizó.
La mayoría de los ministros admitió que medidas como el registro de pasajeros aéreos, el control sistemático de europeos cuando entran o salen de la zona Schengen y, principalmente, los intercambios de información sensible se retrasan más de lo deseado.
La ministra irlandesa del Interior, Frances Fitzgerald, señaló que deben centrarse en el intercambio de información, con especial énfasis en la de los servicios de inteligencia, mientras que su homólogo italiano, Angelino Alfano, declaró que “el terrorismo es veloz y Europa es lenta”.
En conclusión, los ministros pusieron fecha al registro de pasajeros aéreos, bloqueado por el Parlamento Europeo (PE) desde hace meses. La directiva debe estar lista en abril para aplicarla “de manera urgente”. También pactaron aumentar la cooperación con servidores de Internet, de manera que las fuerzas de seguridad puedan tener “acceso directo” a contenidos relevantes, un asunto este último espinoso.
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