"Tenemos absolutamente claro que partes clave de los planes originales del 2012 serán retirados del nuevo proyecto de ley. Hemos consultado ampliamente...y vamos hacia adelante con un nuevo enfoque ", dijo una fuente del Gobierno británico citada por el diario The Guardian.
Tenemos absolutamente claro que partes clave de los planes originales del 2012 serán retirados del nuevo proyecto de ley. Hemos consultado ampliamente...y vamos hacia adelante con un nuevo enfoque ", dijo una fuente del Gobierno británico.
El pasado mes de mayo, los ministros británicos declararon que el controvertido proyecto de ley tiene como objetivo mantener la capacidad de las "agencias de inteligencia y la aplicación de la ley enfocadas en las comunicaciones en línea entre los terroristas, pederastas y otros delincuentes peligrosos". El Gobierno respaldó este plan y dijo que daría a las autoridades “las herramientas” para que los ciudadanos y sus familias “estén a salvo".
Sin embargo, activistas de los derechos civiles se opusieron al plan e insistieron en que viola en gran medida los derechos y las libertades civiles.
Las fuentes gubernamentales ahora dicen haber "abandonado por completo" los principales elementos de lo que fueron las propuestas originales –hechas en el 2012– en el denominado Proyecto de Ley de Datos de Comunicaciones y apodado como la "Carta del fisgón".
El nuevo proyecto de ley, cuyo borrador será publicado el próximo miércoles, impedirá entre otras cosas que la policía y los servicios de seguridad tengan acceso a historiales de navegación de las personas, añadieron las fuentes gubernamentales a la vez que indicaron que: "cualquier acceso a los registros de conexión de Internet será estrictamente limitado y específico".
Sin embargo, estos supuestos cambios al polémico proyecto de ley, según la jefa del grupo de derechos de los civiles –Liberty– Shami Chakrabarti, suponen un simple giro al proyecto original. Además, según destaca, el Gobierno británico no ha logrado incluir que cualquier intercepción de las comunicaciones debe hacerse sólo con autorización judicial.

La activista cree que, esto es algo común que hace el Gobierno, al "preguntar primero por los poderes más escandalosos, incluso poco prácticos, para que los más pequeños, llamados ‘concesiones’ parezcan más razonables".
La “Carta del fisgón” allanaría el camino para las empresas de Internet y de telefonía móvil para mantener registros de los hábitos de navegación de los clientes, el uso de las redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto así como sus llamadas de voz.
Sin embargo, el Tribunal Europeo de Justicia falló en contra de esta legislación, advirtiendo que daría lugar a violaciones de los derechos humanos. El Tribunal entonces trazó un programa de conservación de los datos más moderado en el momento de facilitar las investigaciones penales.
En febrero, un portavoz del Gobierno británico admitió que las agencias de espionaje de este país violan desde hace años los derechos humanos al escuchar las conversaciones privadas entre abogados y sus clientes.
Documentos revelados por las autoridades británicas, así como por el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden revelan que el Gobierno de Londres, en colaboración con otros países y en particular con Estados Unidos, ha espiado conversaciones telefónicas de forma indiscriminada.
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