La cumbre de la Unión Europea (UE) ha finalizado este viernes con el visto bueno a comenzar la fase dos de las negociaciones sobre la futura relación del Reino Unido con el bloque tras la salida británica.
La agenda de negociaciones comienza en enero, estableciendo las condiciones del periodo de transición que comenzará tras la salida británica. Serán dos años durante los cuales el Reino Unido seguirá en el mercado común, pero sin voz ni voto. A continuación, en marzo, se comenzarán con las negociaciones sobre la relación que ambos bloques mantendrán en el futuro en materia comercial y de colaboraciones.
El Reino Unido tiene luz verde para comenzar las negociaciones de la fase dos, pero la UE exige a la primera ministra británica, Theresa May, que ponga orden en su Gobierno y le da un plazo de tres meses para presentar una propuesta concreta.
El Gobierno se reunirá la semana que viene para comenzar a diseñar el plan deseado, pero con un Gabinete dividido entre el deseo de un Brexit duro y uno más suave, hay pronóstico de tormenta en el 10 de Downing Street para los próximo meses.
Actualmente, la fecha de salida marcada por el Gobierno es la del 29 de marzo de 2019, con la pretensión de finalizar las negociaciones para octubre de 2018, pero ni en Europa, ni en el Parlamento británico creen que pueda ser posible.
Pero todo esto podría cambiar la semana que viene si el Parlamento británico decide eliminar la fecha de salida con el fin oficial de no apresurar las negociaciones y asegurar que hay tiempo suficiente para conseguir el acuerdo deseado. Oficiosamente, parte del Parlamento británico desea simplemente permanecer dentro de la UE el mayor tiempo posible, y con tiempo, quizás, conseguir quedarse dentro del todo.
Ian Díez, Londres.
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