Miles de británicos han tomado las calles de Londres para protestar por la celebración del centenario de la Declaración de Balfour, personificada por los primeros ministros del Reino Unido, Theresa May, y del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, y por la consecuente violación de los derechos del pueblo palestino, quien en última instancia, es el máximo perjudicado por este proceso.
La Declaración de Balfour se produjo el 2 de noviembre de 1917 cuando el entonces ministro de exteriores británico, Arthur Balfour, emitió una carta que supuso el primer apoyo al sionismo, y sentó las bases para la constitución del régimen de Israel en 1948. Pero más allá de mostrar su descontento con el Reino Unido y el régimen de Israel, los manifestante han comenzado su marcha en la embajada norteamericana, tercer actor en este conflicto.
Theresa May, quien afirma estar orgullosa por el papel jugado por el Reino Unido en la construcción del régimen de Israel, ha mostrado su constante apoyo hacia Netanyahu, a la vez que ha tratado de ofrecer su apoyo también a la causa palestina, criticando los asentamientos. Por su parte, Netanyahu simplificó los motivos del conflicto con Palestina.
Por el momento, el lobby sionista ha conseguido que EE.UU. anuncie su retirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), por ser demasiado anti-Israel según las fuentes americanas. Habrá que ver qué postura toma el Reino Unido en su intento de satisfacer a ambas partes del conflicto palestino.
Ian Díez, Londres.
mhn/rba
