El lado amargo del divorcio del Reino Unido con la Unión Europea (UE) empieza a emerger. Una convivencia de 44 años que deberá concluir en 2019 a más tardar. Con las vistas puestas en esa fecha, arranca la negociación del ‘brexit’.
Así, Bruselas envía a los países de la Unión el borrador de las directrices que guiarán la negociación con Londres.
El documento elaborado por el presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk, apuesta por una línea de negociación dura. Ya que pretende tratar primero la salida del Reino Unido y después las bases de la cooperación posterior al ‘brexit’, un plan contradictorio con los deseos de Londres. De hecho, da prioridad a los intereses del bloque, como es el caso de los derechos de 4 millones y medio de ciudadanos europeos que residen en suelo británico, y viceversa, los de los británicos que viven en la Unión Europea.
El texto, de nueve páginas, también incluye un importante espaldarazo a España en el conflicto de Gibraltar. El peñón saldrá de la UE al mismo tiempo que el Reino Unido, y se condiciona cualquier pacto posterior sobre su estatus al visto bueno de España.
El siguiente paso que ahora se debe dar para seguir con el divorcio es una cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno el 29 de abril en Bruselas, capital de Bélgica. Ahí se aprobará la versión final de las directrices de la separación final.
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