“Lo que tenemos son numerosos indicios de que los rusos son capaces de hacerlo, y no hay duda de que han estado en todo tipo de malas jugadas”, ha dicho este domingo el canciller británico al pedírsele pruebas de supuestos intentos de Rusia por inmiscuirse en el funcionamiento del sistema político de su país.
Londres, admitió Johnson en una entrevista con el canal televisivo ITV, no dispone de indicio alguno de tales intentos por parte del Kremlin “en este momento”, tras informarse en la prensa local de que la inteligencia británica se ha dirigido a los partidos políticos del país para instruirlos sobre cómo protegerse de ciberataques.
Lo que tenemos son numerosos indicios de que los rusos son capaces de hacerlo, y no hay duda de que han estado en todo tipo de malas jugadas”, dice el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, sobre supuestos intentos de Rusia por alterar el sistema político de su país.
Pero tratando de justificar la actitud de las autoridades británicas frente a Moscú, el canciller pasó a enumerar las supuestas “jugarretas” rusas y acusó a Rusia de “derribar cadenas francesas de televisión” y de estar detrás de un supuesto golpe de Estado fallido en Montenegro para impedir la adhesión de la pequeña república balcánica a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La referencia a las “cadenas francesas” parece corresponder a acusaciones hechas en octubre pasado en la BBC de que el hackeo de TV5 Monde en abril de 2015 en nombre de la banda terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) fue en realidad obra de piratas informáticos rusos.
Además, el canciller británico aseguró que “no cabe duda alguna” de que “(los rusos) estuvieron implicados en el hackeo de la Convención Nacional del Partido Demócrata” estadounidense, supuesto origen de la filtración de gran número de correos electrónicos comprometedores durante la campaña electoral presidencial del año pasado. Rusia lo niega.
La acusación a Rusia de estar tras la supuesta asonada en Montenegro fue lanzada a mediados de febrero por el diario británico The Telegraph, que añadía que Rusia quería asesinar al entonces primer ministro, el prooccidental Milo Đukanović, detalle también repetido por Boris Johnson, quien ya el pasado 10 de febrero había acusado a Moscú de hacer “todo tipo de jugarretas”.
mla/ktg/krd/rba
