Fomentar la integración de inmigrantes en el Reino Unido, con este objetivo, un comité parlamentario mixto ha elaborado un informe con recomendaciones para el Gobierno de Theresa May para la era post-brexit, tras constatarse que la inmigración es el tema de mayor interés para los británicos y factor fundamental en el voto para salir de la Unión Europea (UE).
La propuesta presentada por este comité parlamentario incide en la necesidad de la dispersión de inmigrantes para favorecer su integración, alegando, por un lado, que evita problemas de aumento de racismo y, por otro, de radicalización en aquellas zonas con alto número de inmigrantes.
La segunda medida que está causando polémica, pasa por la obligación de saber inglés, bien antes de entrar en el país o bien a través de un sistema de academias con financiación pública. El objetivo es el de facilitar la integración a través del idioma, aunque el hecho de que sea obligatorio no es bien recibida.
Esta iniciativa lleva varios años en funcionamiento con un presupuesto de 140 millones de libras, que ha sufrido importantes recortes desde 2008, y desde este comité parlamentario así como desde distintas asociaciones, se pide al Gobierno que aumente su financiación para estos centros, para que como herramienta, llegue a todos los interesados.
Ian Díez, Londres.
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