“Hay políticos que están torciendo y abusando de la religión (…) para promover sus propios objetivos políticos”, dijo la semana pasada Johnson en una conferencia en Roma (capital de Italia), refiriéndose a las autoridades saudíes.
En las declaraciones hechas durante el evento, el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido calificó de una “tragedia” la falta de un liderazgo fuerte en el Oriente Medio, razón por la cual, a su juicio, hay varias guerras subsidiarias en la región.
Hay políticos que están torciendo y abusando de la religión (…) para promover sus propios objetivos políticos”, señaló el canciller británico, Boris Johnson.
La crítica poco habitual de un oficial de alto rango británico contra Riad se produjo mientras la primera ministra británica, Theresa May, ya ha vuelto de su visita oficial de dos días a Baréin, donde se reunió con varios líderes regionales y valoró allí el “liderazgo visionario” de Al Saud, familia que rige Arabia Saudí, y la alianza de 100 años que mantienen Londres y Riad.
Mientras tanto, Johnson tiene planeado viajar al Oriente Medio este fin de semana, donde tiene la difícil tarea de explicar a los líderes árabes por qué cree que los países de la zona están abusando del Islam para alcanzar sus propósitos políticos o que no tienen líderes fuertes.
Sin embargo, su oficina intentó el miércoles minimizar la tensión, asegurando que Johnson ha expresado en reiteradas ocasiones su enérgico apoyo a Arabia Saudí, al manifestar que cuando habló de la falta de un liderazgo fuerte en la zona, se refería a los países en los que existen conflictos como Yemen y Siria.
“Como el secretario de Asuntos Exteriores hizo muy claro (…) somos aliados con Arabia Saudí y los apoyamos en sus esfuerzos por asegurar sus fronteras y proteger a su pueblo. Cualquier sugerencia en sentido contrario es errónea y malinterpreta los hechos”, manifestó un portavoz de la oficina de Johnson.
Entre tanto, los medios británicos acusan a Londres de no solo ignorar los actos de Arabia Saudí en Siria y Yemen sino también vender armas a este reino árabe.
Arabia Saudí es acusada de brindar apoyos logísticos y financieros a los grupos armados en Siria mientras lidera directamente una agresión militar contra Yemen, la que según Londres no lleva “un riesgo serio”, pese a que los bombardeos saudíes han dejado 7 mil muertos y 36 mil heridos además de provocar una situación humanitaria horrible.
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