Según ha informado este domingo el diario británico Observer, fuentes laboristas confirman que Jeremy Corbyn no ha aceptado la invitación de Isaac Herzog para visitar el museo de Holocausto Yad Vashem y en su lugar enviará a Tom Watson, líder adjunto, o a Iain McNicol, secretario general del partido.
Corbyn fue invitado por Herzog después de que el exalcalde de Londres (capital británica), Ken Livingstone, fuera suspendido del Partido Laborista (PL), junto a otros 50 miembros, por sus comentarios contra el exdictador alemán Adolf Hitler y el sionismo.
Estoy muy decepcionado por el rechazo de Jeremy a la invitación de nuestro partido hermano a visitar Israel. Esta visita debería haber sido una prioridad tras las preocupaciones que han provocado sus comentarios a favor de HAMAS y Hezbolá y que favorecen el antisemitismo”, dice el presidente de Laboristas Amigos de Israel, Joan Ryan.
Livingstone, en una entrevista concedida a una emisora local de radio, había considerado que “luego de que Hitler ganó las elecciones de 1932, decidió transportar a los judíos” a Palestina. “Hitler era un sionista partidario de crear Israel, aunque luego se volvió loco y mató a seis millones de judíos”, afirmó.
Después de que se dieran a conocer tales comentarios, Herzog no demoró en enviar una carta “furiosa” a Corbyn en la que expresó lo “horrorizado” que estaba por las posturas antisemitas dentro del PL.
Tal como indica Observer, tras el rechazo de Corbyn, Joan Ryan, presidente de Laboristas Amigos de Israel, le acusó de “haber fracasado en el liderazgo” y de haber “alimentado el debate que hay de los puntos de vista del líder laborista sobre Oriente Medio”.
“Estoy muy decepcionado por el rechazo de Jeremy a la invitación de nuestro partido hermano a visitar Israel. Esta visita debería haber sido una prioridad tras las preocupaciones que han provocado sus comentarios a favor de HAMAS (el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina), Hezbolá (el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano) y el antisemitismo”, declaró Ryan.
La actual polémica sobre Israel dentro de la formación laborista ha sido aprovechada por los opositores de Corbyn para minar su liderazgo. Sin embargo, en junio pasado un comité independiente del PL emitió un informe en el que aseguró que el antisemitismo no existe dentro del partido.
Según la Comisión Islámica de Derechos Humanos (IHRC, en inglés), criticar las políticas de los sionistas no es antisemitismo (ya que una persona puede ser judía y antisionista). Ellos no son antisemitas. Son víctimas de un clima político en el que Israel y el sionismo son considerados excepcionales y fuera del alcance de cualquier tipo de crítica legítima”.
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