Horas antes, el Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que pide imponer un embargo de armas al reino árabe por las violaciones cometidas desde el inicio de su ofensiva contra Yemen, en marzo de 2015.
Ante esta situación, Cameron ha restado importancia a la decisión del PE y ha defendido sus “duros esfuerzos” para vender “productos brillantes” al país árabe, entre ellos aviones Eurofighter Typhoons.
Tenemos aun mucho trabajo que hacer en Arabia Saudí. Los alemanes también han hecho un montón de trabajo. Es un proyecto de colaboración. Utilizamos las habilidades colectivas para vender nuestros productos a todo el mundo”, dice el primer ministro británico, David Cameron.

De acuerdo con los datos oficiales, Arabia Saudí ha gastado cerca de 4200 millones de dólares en la compra de cazas británicos, que ha utilizado para bombardear zonas residenciales en el marco de su agresión a Yemen, con un saldo de miles de civiles muertos.
El titular británico ha hablado de una rivalidad existente desde hace largo tiempo entre su país, Italia y Alemania, en torno a la venta de los Typhoon, y en este sentido se ha jactado de sus propios esfuerzos para impulsar las exportaciones británicas a Riad.
Asimismo ha afirmado que la misma competencia, tanto en el pasado como ahora, existe también a propósito de la venta de equipos militares de otros tipos, no solo a Arabia Saudí sino a otros países árabes de Oriente Medio. “Hemos trabajado mucho en Kuwait y Omán. Estamos esperando buenas noticias de allí”, ha apostillado.
La resolución de la instancia europea no obliga a los miembros de la Unión Europea (UE) a cumplir la iniciativa, si bien incrementa la presión aun más para que vuelvan a examinar sus relaciones con el régimen saudí.
Cameron ha asegurado que no permitirá en modo alguno que la resolución del Parlamento Europeo lo limite en su “tarea” de vender armamento, no solo a Arabia Saudí sino a cualquier otro país que lo necesite.
“Tenemos aun mucho trabajo que hacer en Arabia Saudí. Los alemanes también han hecho un montón de trabajo. Es un proyecto de colaboración. Utilizamos las habilidades colectivas para vender nuestros productos a todo el mundo”, ha remarcado.
El Gobierno británico, acusado de estar involucrado en el desarrollo de la campaña militar saudí en Yemen, ha autorizado en el último año el suministro de armas a los saudíes por un valor de 3 mil millones de libras esterlinas.
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