En una entrevista con el diario egipcio Al-Youm al-Sabe, publicada este domingo, se ha mostrado confiado en que los problemas que existen en las relaciones de los Estados árabes ribereños del Golfo Pérsico con Teherán es una divergencia política e incluso, se remonta a antes de la victoria de la Revolución Islámica.
Ha admitido la existencia de una competencia entre Irán y los países de la región, sin embargo, ha precisado que los acontecimientos ocurridos en la escena política de los países árabes y el triunfo de la Revolución Islámica intensificaron dicha competencia. Las interferencias extranjeras y la presencia militar de EE.UU. en Irak y los grandes disturbios surgidos como consecuencia le dieron, hasta cierta parte, un carácter religioso, así que algunos están en busca de echar leña a este fuego.
Desde el punto de vista de Egipto no es necesario entrar en este asunto. (…) Yo no puedo juzgar. Hezbolá tiene una situación especial en El Líbano y este territorio es nuestro hermano y sufre de enormes inseguridades internas. Esta cuestión depende del pueblo libanés”, opina Sameh Shukri, canciller egipcio.
Shukri sostiene que el problema debe resolverse en el marco de las medidas políticas, un tema que a su juicio es un punto importante a la hora de normalizar las relaciones y respetar los intereses de ambas partes.
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— HispanTV (@Hispantv) March 5, 2016
En cuanto a la inclusión del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) entre los grupos terroristas, el canciller egipcio ha insistido en definir de manera perfecta el terrorismo cuyo patrocinador político, económico y espiritual, a su criterio, no goza de la legitimidad internacional.
Shukri explica que la decisión de la Liga Árabe (LA) de considerar terrorista a Hezbolá se debe a una definición que tiene de las actividades que quizá están descritas como las acciones terroristas y que fue decidida por las actividades de Hezbolá.
En este sentido, ha desvelado que la mayoría de los países que hoy en día son blanco del terrorismo, apoyaban a ciertas organizaciones que seguían las conductas terroristas.
“Desde el punto de vista de Egipto no es necesario entrar en este asunto. (…) Yo no puedo juzgar. Hezbolá tiene una situación especial en El Líbano y este territorio es nuestro hermano y sufre de enormes inseguridades internas. Esta cuestión depende del pueblo libanés”, ha concluido.
El comité de ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe declaró el pasado 11 de marzo al Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano un grupo “terrorista”.
La medida se produjo unos días después de que hiciera lo mismo el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), bloque de países árabes ribereños del Golfo Pérsico compuesto por Arabia Saudí, Baréin, Catar, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Omán y Kuwait.
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