Un informe de un grupo de investigación estadounidense, RAND Corp., publicado el lunes, asegura que cualquier plan militar contra la banda extremista EIIL (Daesh, en árabe) debe tener como objetivo eliminar y no sólo degradar el liderazgo y el potencial del grupo.
La coalición (anti-EIIL) ha logrado acabar con numerosos líderes de alto nivel de los terroristas, pero el enfoque de la banda en la creación de una larga lista de espera de futuros cabecillas significa que los ataques a los líderes individuales no van a destruir al grupo", aseveran los resultados de un nuevo estudio del grupo de investigación estadounidense RAND Corp.
“La coalición (anti-EIIL) ha logrado acabar con numerosos líderes de alto nivel de los terroristas, pero el enfoque de la banda en la creación de una larga lista de espera de futuros cabecillas significa que los ataques a los líderes individuales no van a destruir al grupo", reza el texto para luego agregar que los extremistas “aumentarán los reemplazos, y cualquier efecto perjudicial será temporal”.
El informe viene luego de que los altos mandos del Ejército de EE.UU. concluyeran que la lucha contra el EIIL ha llegado a un punto muerto desde el punto de vista táctico, mientras que la banda continúa expandiéndose más allá de Irak y Siria a través de nuevos reclutas extranjeros.

El estudio recomienda a la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., elevar el nivel de sus operaciones y confiscar los dispositivos informáticos del grupo armado mediante los cuales pueda disponer informaciones valiosas acerca del personal, la organización y las actividades de los terroristas.
Eso requiere la operación terrestre de las tropas estadounidenses, un riesgo que el presidente del país norteamericano, Barack Obama, no tiene intención de asumir, hasta el momento.
La estrategia de la administración Obama contra EIIL ha sido objeto de duras críticas, especialmente después de una serie de testimonios condenatorios de los líderes militares de alto rango estadounidense.
La cadena local Bloomberg View informó el pasado miércoles la posible renuncia del jefe de la coalición anti-EIIL en Siria e Irak, el general John Allen, por la mala dirigencia de EE.UU.

El jefe del Mando Central de EE.UU. (Centcom), Lloyd Austin, en una comparecencia ante el Congreso, reconoció que el programa del país para entrenar a los llamados “rebeldes moderados” para combatir al Gobierno sirio resultó un fracaso.
Según el balance presentado el pasado 23 de agosto por el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), al menos 200 civiles sirios murieron en los ataques aéreos de la denominada coalición anti-EIIL liderada por EE.UU.
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