El fiscal de distrito del condado de Tulsa, en el estado de Oklahoma (centro de EE.UU.), Steve Kunzweiler, ha informado este jueves que Betty Shelby, una agente de policía blanca, tendrá que enfrentarse al cargo de homicidio en primer grado por la muerte de Terence Crutcher, quien al momento de los hechos estaba desarmado.
La víctima, de 40 años de edad y de raza negra, falleció el pasado viernes cuando era atendido en un hospital tras recibir disparos por parte de Shelby. Luego, las autoridades de Tulsa hicieron público el video del incidente, calificado de "muy preocupante" por el jefe de la Policía de Tulsa, Chuck Jordan.
En el video se ve cómo Crutcher, con las manos en alto, camina hacia su camioneta seguido por la agente de policía, que le apunta con una pistola y a la que rápidamente se unen otros dos uniformados, que también encañonan sus armas contra el afroamericano.
El abogado de la agente afirmó que Crutcher no había escuchado las órdenes de la policía y que ella disparó cuando el ciudadano afroamericano comenzó a dirigirse hacia la ventana de su vehículo.
Sin embargo, la familia de Crutcher rechazó esa afirmación y señaló que el padre de cuatro hijos no representaba ninguna amenaza a los agentes.
Según Kunzweiler, Shelby "reaccionó de forma irracional, exagerada e injustificada", aun cuando Crutcher no llevaba ninguna arma con él.
De ser hallada culpable, Shelby podría afrontar una condena mínima de cuatro años de prisión.
La brutalidad policial en EE.UU., sobre todo contra la comunidad afroamericana y otras minorías, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles, ya que aseguran que la comunidad afroamericana es el blanco de una grave e incesante ola de abusos en los que están involucrados los policías.
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