El sondeo, publicado por la cadena estadounidense CNN –realizada entre el viernes y el domingo– da por primera vez tres puntos de ventaja a Trump sobre Clinton. Mientras que el magnate republicano obtiene el 48 % de la intención de voto, Clinton se relega con el 45 %.
Este sondeo muestra que el apoyo a Trump ha aumentado después de la convención republicana que terminó el pasado jueves en Cleveland (Ohio), donde oficialmente obtuvo la nominación del Partido Republicano.
Este aumento en popularidad del candidato después de la convención republicana es habitual, aunque en las últimas décadas ha sido muy leve, con la única excepción de George W. Bush, que ganó las elecciones en 2000 después de subir 8 puntos porcentuales tras su nominación.
En la reciente encuesta, los votantes también fueron preguntados a quién apoyarían si pudieran elegir no solo a Clinton o a Trump, sino también a otros dos candidatos de partidos minoritarios: el libertario Gary Johnson y la aspirante de los verdes, Jill Stein. En ese caso se amplía la ventaja de Trump con un 44 % de los votos frente al 39 % de Clinton, mientras que Johnson recibe el 9 % del respaldo y Stein el 3 %.
Por otra parte, otro sondeo encargado por la cadena de televisión CBS News y desarrollado durante los mismos días que el antes mencionado, muestra a ambos candidatos empatados con el 42 % en intención de voto de cara a las elecciones del próximo mes de noviembre.
Mientras tanto, el lunes empezó la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia, en el estado de Pensilvania (noreste), que por el momento ha reflejado la crisis presente en el partido en estos cruciales momentos, avivada a raíz del escándalo de los filtrados correos electrónicos de dirigentes del partido que muestran una conspiración en contra del exprecandiadto demócrata Bernie Sanders para favorecer la nominación de Clinton.
Aunque tras el comienzo del evento demócrata, el Comité Nacional Demócrata (CND) ha pedido perdón a Sanders por las "inexcusables" frases incluidas en los correos electrónicos filtrados el viernes, los indignados simpatizantes del senador han tomado las calles en protesta y muchos aseguran que no piensan votar ni a Clinton ni a Trump.
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