No existe tal cosa denominada mala publicidad. Tal es la máxima que en alguna ocasión se le escuchó decir a Donald Trump. Así, este convocó a protestas ante su inminente arresto este martes por sobornar a Stormy Daniels, actríz pornográfica, en 2016 por un hecho de 2006. El arresto nunca llegó. Tampoco las protestas.
Según la fiscalía de Nueva York, Trump fue convocado a comparecer ante un jurado, pero se negó a hacerlo y ello deja abierta la posibilidad de tomarle en custodia para que declare, en los próximos días, incluso semanas.
En este sentido, en términos de reacción social es posible ver divisiones en las bases del Trumpismo, así como el temor de que las convocatorias a protesta sean trampas de agencias federales o simplemente el rechazo a ser encausado y encarcelado como los acusados del asalto al Capitolio.
Cual sea el resultado del proceso seguido en contra de Donald Trump en Nueva York, lo cierto es que este más bien debería ser juzgado por sus numerosas violaciones a los derechos humanos y crímenes. Cual criminal de guerra, Donald Trump es responsable directamente por la muerte de cientos de miles de seres humanos a través de sus guerras, bombardeos, asesinatos a control remoto, deportaciones, desapariciones forzadas, tortura, entre otros.
Así, mientras las pantallas de los medios corporativos hipnotizan a la población con los escándalos privados del ex presidente, el sistema bancario se derrumba. Estos activistas denuncian a la Banca y a la Cumbre de Banqueros que se realiza en Washington.
Marcelo Sánchez, Washington
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