La concentración ha tenido lugar en el recinto de la Feria de Minnesota (medio oeste), una de las ferias estatales más grandes de Estados Unidos, y ha atraído a una multitud de diferentes razas y edades, desde niños hasta gente mayor, que ha coreado consignas en todo momento en defensa de los derechos humanos de los afroamericanos.
"Como una persona blanca quiero alzar mi voz sobre eso... Esto (la marcha) es un pequeño inconveniente para el tráfico en comparación con lo que la gente de color experimenta todos los días", ha dicho un manifestante de 51 años, Tim, citado por Europa Press.
Nuestros oponentes cantarán victoria si presionan a alguien a sobrepasar la línea. No sé ustedes, pero no les demos esa satisfacción", declara el organizador de Black Lives St. Paul.
"Existe un cliché de que Minnesota es amable con todos, pero ese no es el caso con la gente de color”, ha añadido el indignado ciudadano tras negarse a dar su apellido, ya que ha asegurado que los organizadores de esta protesta habían recibido amenazas de muerte.
Se espera que la demostración siga fuera del recinto ferial debido a una restricción estatal, después de que el viernes, el gobernador de Minnesota, Marc Dayton, dijese que si bien entiende el interés de los manifestantes, llevar su protesta a la feria es "inapropiado".

La policía de St. Paul ha colocado fuerzas adicionales en la zona de las protestas que han cobrado fuerza al llegar a la entrada de la feria que reúne cada verano en un periodo de unos 12 días a 1,8 millones de visitantes.
"Nuestros oponentes cantarán victoria si presionan a alguien a sobrepasar la línea. No sé ustedes, pero no les demos esa satisfacción", ha declarado Turner, quien había pedido el viernes a los manifestantes que mantengan una postura pacífica.
Otro organizador del evento, Crews Trahern, que se postula por un asiento en el Consejo de la ciudad de St. Paul ha señalado: "Estamos perturbados en una base del día a día. No nos importa alterar el status quo por un día".

Un estudio realizado por Sentencing Project muestra la disparidad racial generalizada en el sistema de justicia penal de EE.UU., ya que uno de cada tres hombres negros es susceptible a ser condenado a prisión en algún momento de su vida, mientras que la cifra para los hombres blancos es uno entre 17.
Este movimiento nacional descentralizado que lucha contra el racismo de la policía y el sistema judicial, cobró ímpetu en el 2014, durante las protestas por los asesinatos de hombres negros desarmados a manos de policías, como Michael Brown.
El grupo también presiona a los precandidatos a la presidencia del 2016 para que aborden cuestiones tales como encarcelamientos masivos de los afroamericanos.
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