• Experiencia de marchas “Black Lives Matter” y su impacto en EEUU
Publicada: lunes, 6 de julio de 2020 8:28
Actualizada: miércoles, 8 de julio de 2020 11:37

Las llamadas “Marchas BLM” o “Black Lives Matter” continúan a diario en EE.UU. y por ello se suman los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19).

Aquí están (en vídeo) algunos rostros, son solo algunos de los muertos que los uniformados dejan a su paso. Un recordatorio de las vidas que la brutalidad policial cegó prematuramente. A pesar de tanta injusticia, impunidad: el poder etnocéntrico y económico de la sociedad de consumo, defendido por un brazo armado que se enfrenta a niños, ancianos, estudiantes.

Las marchas del movimiento antirracista Black Lives Matter, cuyo lema es “Las vidas de las personas negras importan”, continúan en EE.UU. y a ello se suman los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19; todo ello bajo un liderazgo cada vez más dictatorial.

Los eventos a raíz del asesinato del afroamericano George Floyd se han convertido en la mayor protesta continua de la historia estadounidense. Más de 26 millones de personas en alrededor de 5000 ciudades persisten diariamente en un movimiento social que incluye a todos los sectores de la clase trabajadora.

La jornada usual en las áreas metropolitanas estadounidenses (en vídeo). Estos espacios en donde el temor de las sirenas, es reemplazado por una especie de “Corte del Pueblo” en donde el fallo es en contra del status quo: culpable.

Donald Trump equipara a los manifestantes a “terroristas”. Sin embargo, los documentos denominados “Blue Leaks”, revelan que las fuerzas del orden priorizan acciones, arrestos contra activistas de color, mientras que la prevalencia de grupos de supremacía blanca constituye la mayor amenaza al orden público.

Los estadounidenses viven la experiencia de tener un presidente, uno de los más racistas de la historia de este país. Y es que la imagen de Donald Trump profiriendo insultos en contra de sus críticos e invitando a la violencia en contra de los manifestantes no es nada más que el resultado de la historia racista de Estados Unidos.

Marcelo Sánchez, Miami.

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