Globos al aire para recordar a Ahmaud Arbery, que cumpliría en esta día sus 26 años. Sin embargo fue balado y asesinado, a los 25 años, en un delito de odio en las afueras Brunswick, Georgia.
Decenas de personas se reunieron en Brunswick con pancartas en las que se leía que las Vidas Negras Importan y denunciaban la demora al detener a los autores del crimen y la publicación del vídeo del asesinato.
Las imágenes escalofriantes que muestran al joven corriendo en plena luz del día, cuando dos personas bajan de una camioneta, le disparan y lo matan.
Sus nombres, Gregory McMichael y su hijo, Travis McMichael. El propio padre se lo dijo a la policía casi orgulloso por haber acribillado a balzos un negro a causa de los robos que se venían sucediendo en el barrio. Los indignados no se quedaron de brazos cruzados. En los estados de Misuri y Florida, hubo congregaciones para pedir justicia para Ahmaud.
Desde la campaña electoral de Donald Trump a la Casa Blanca, el racismo y la xenofobia está dejando muchos muertos en las calles del país. Según un reporte del centro de estudios sobre el odio y el extremismo, en Estados Unidos, los crímenes de odio aumentaron un 9 por ciento en las 30 principales ciudades estadounidenses en 2018.
kmd/nii/
