El tercer juicio político en la historia de Estados Unidos, que busca la destitución del presidente Donald Trump, entró en una nueva fase esta semana. Los abogados del presidente estadounidense reanudaron el lunes su defensa en el juicio político contra Trump en el Senado. Defiende que el mandatario no cometió ningún delito, que las acusaciones de los demócratas son ilegales y que el proceso representa un peligro para el marco constitucional del país.
La jornada en el Senado comenzó en medio de la polémica originada por filtraciones del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton en las que asegura que el mandatario ordenó retener la ayuda militar a Ucrania hasta investigaciones contra Joe Biden y su hijo. Algo que fue rechazado por Trump en un tuit pero ha llevado a muchos demócratas a profundizar su llamado a que sean convocados nuevos testigos.
Aun con todo, los republicanos restan importancia a las afirmaciones de Bolton y quieren evitar por todos los medios la comparecencia de nuevos testigos.
Las filtraciones de Bolton pueden reforzar la posición de algunos senadores republicanos que se han mostrado inclinados, aunque no convencidos, a la citación de nuevos testigos durante el juicio. Los demócratas necesitan conformar una mayoría simple de 51 votos para que se apruebe una solicitud de convocar testigos al proceso y para eso requieren el respaldo de cuatro republicanos a una moción en ese sentido cuando en los próximos días sea con toda seguridad presentada a consideración de la Cámara Alta. Sin embargo, esas posibilidades siguen siendo muy remotas.
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