La Casa Blanca pide al Congreso estadounidense 18 mil millones de dólares a lo largo de una década para construir un muro que divida Estados Unidos y México y así pretende dar una solución migratoria a los ‘dreamers’. Expertos en el tema como la abogada Silvia Aguirre consideran una idea absurda y caprichosa por parte del presidente Donald Trump.
Ante esta petición, los demócratas protestaron de inmediato considerando un requisito inaceptable. El mandatario estadounidense dijo que quizás necesite un buen cierre de gobierno para conseguir su muro. Existe un riesgo de que ocurra si no alcanza un acuerdo antes del 20 de enero.
Micaela Mateo, madre inmigrante, ha participado en marchas y protestas desde la frontera con México hasta Washington, considera que el muro solo es un gasto innecesario que está encaminado al fracaso.
Según el Gobierno de Trump de los 18 mil millones de dólares se destinarían para construcción de más de 700 millas de nueva valla fronteriza y reemplazo de otras existentes. A ese monto se suma la petición de 15 mil millones de dólares para personal adicional, formación tecnológica y carreteras de acceso lo que da un total de 33 mil millones de dólares para el muro.
Organizaciones pro inmigrantes indican que cada día que pasa los ‘dreamers’ se les está terminando su permiso de trabajo por el plan Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), creado por decreto en 2012, por el que se les conceden permisos de trabajo que evitan su deportación, y crece el temor a una injusta deportación.
Analistas políticos aseguran que un muro entre dos países no solucionara el fenómeno migratorio.
Rosie Orbach, Los Ángeles (California).
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