Carlos Trujillo, nominado del Gobierno de EE.UU. para embajador en la Organización de Estados Americanos (OEA), se comprometió el jueves ante el Senado a tratar de que los países caribeños dejen de apoyar al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el bloque regional.
Cabe destacar que la República Dominicana es la anfitriona de los diálogos entre el oficialismo y la oposicion de Venezuela, promovidos por Maduro en busca de devolver la paz en el país boliviariano.
Para Trujillo, legislador en la Cámara de Representantes de Florida desde 2010, dar continuidad a los planes contra Venezuela es “el mayor reto”, si llega a confirmarse su cargo en la OEA, cuyo secretario general, Luis Almagro, es un crítico acérrimo de Maduro y ha tratado de aplicar la Carta Democrática de la entidad para suspender a Venezuela.
Ante la Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos, invitado para defender su eventual cargo, el joven político de origen cubano calificó de “extremadamente importante” que los países del Caribe “entiendan la importancia” de la situación humanitaria y política que vive Venezuela.
Trujillo aprobó la labor de Almagro, en particular, las sesiones que ha impulsado para determinar si hay base para denunciar a las autoridades venezolanas ante la Corte Penal Internacional (CPI).
“Es un paso adelante excepcional para la OEA”, destacó sin mencionar que la gran mayoría de Estados miembros boicotearon dichas sesiones en rechazo de la propuesta antivenezolana y la propia Caracas ha reprochado que esta entidad siga los dictados de Washington.
Sobre la estrategia de EE.UU. para presionar a Maduro, el legislador consideró que “las sanciones a altos oficiales son muy efectivas”.
El Gobierno de Maduro asegura que la Administración estadounidense apoya a la oposición venezolana para eliminarlo de las ecuaciones políticas por su carácter antimperialista.
ncl/ctl/fmk/rba
